Londres, 8 oct (EFE).- La empresa alemana E.On ha decidido
congelar de momento su proyecto de construcción de una planta
termoeléctrica de carbón en Kingsnorth, condado de Kent (sureste de
Inglaterra) a la que se oponen enérgicamente los grupos ecologistas.
E.On informó en un comunicado colgado en su portal de internet
que el proyecto se reconsideraría en un plazo de tres años y la
construcción podría aplazarse hasta el 2016 debido a la caída de la
demanda de electricidad durante la recesión.
La organización "Greenpeace" calificó el anuncio de "una buena
noticia para el clima".
La planta, que no ha recibido aún permiso del Gobierno británico,
sería la primera de ese tipo que se construiría desde hace treinta
años.
Los ecologistas han venido organizando multitudinarias campañas
de protesta contra esa planta desde el 2006, a la que se oponen
porque su entrada en funcionamiento aumentaría, según ellos, las
emisiones de CO2 y aceleraría el cambio climático.
Un portavoz de E.On explicó hoy que la empresa sigue
"comprometida" con la producción de "carbón más limpio" y el
desarrollo de métodos de "almacenamiento y captura de CO2".
Según E.on, el carbón producido en esas condiciones "desempeñará
un papel clave junto a las energías renovables, el gas y la nuclear,
en la lucha contra la amenaza global del cambio climático" a la vez
que "garantizará el carácter económicamente asequible y la seguridad
de los suministros energéticos".
El director ejecutivo de la organización ecologista "Amigos de la
Tierra", Andy Atkins, dijo por su arte que la construcción de esa
nueva planta habría "socavado gravemente la credibilidad del
Gobierno (laborista) en materia de cambio climático".
"El Gobierno debe mostrar auténtico liderazgo y rechazar
cualquier planta nueva de carbón que no esté equipada al cien por
cien con mecanismos para la captura y el almacenamiento de CO2".