Bruselas, 15 ene (EFE).- La ministra española del Medioambiente,
Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, se estrenará el lunes como
presidenta de turno del Consejo de Agricultura de la UE, con un
debate sobre los problemas de los precios de alimentos, como la
especulación ó las diferencias entre productores y supermercados.
El primer Consejo de Agricultura bajo la presidencia española
semestral de la UE tendrá como asunto principal una discusión acerca
de las propuestas para mejorar el funcionamiento de la cadena
alimentaria y la fijación de precios entre productores, industrias ó
distribución.
España moderará el debate entre los Veintisiete sobre las ideas
presentadas por la Comisión Europea (CE) para corregir el problema
que suponen las bajas cotizaciones de los alimentos para el
productor, que después no se traducen en descensos de los precios
que paga el consumidor.
Para ello, la presidencia española de turno de la UE ha
presentado a los países un cuestionario, con el fin de que se
posicionen sobre las medidas más idóneas para "equilibrar y hacer
más transparentes las relaciones comerciales en la cadena
alimentaria".
Los ministros opinarán sobre cómo creen que deben regularse las
prácticas comerciales, si de forma obligatoria o voluntaria.
España también ha pedido a los países que expliquen si tienen
informes para aumentar la "transparencia" de los precios y si han
detectado "deficiencias, márgenes excesivos o abusos por parte de
alguno de los eslabones", según el cuestionario.
Además, les pregunta por las iniciativas que podrían emprenderse
a escala europea para que al facilitar la reestructuración del
sector agrario no haya conflicto con las leyes sobre competencia.
Al Consejo asistirá el consejero de Agricultura de Cataluña,
Joaquim Llena, quien este semestre representará a las comunidades
autónomas en las reuniones de ministros del ramo de la UE.
La agricultura, la industria de transformación y la distribución
alimentaria representan un 5% del valor añadido de la UE y el 7% de
su empleo.
Además, este asunto repercute en los ciudadanos, pues el gasto en
alimentación representa el 16% del desembolso total de los hogares
europeos, según el texto de la presidencia.
Bruselas ya alertó de las desigualdades en el poder de
negociación y en la falta de transparencia de los precios, así como
sobre las prácticas comerciales desleales.
"Para la presidencia española, la mejora del funcionamiento de la
cadena alimentaria es prioritaria y por ello apoyará la puesta en
práctica de las recomendaciones del Grupo de Alto nivel sobre
competitividad agroalimentaria de la UE", según el documento
presentado a los Veintisiete. EFE