Washington, 12 may (EFE).- Alrededor de un centenar de personas
participaron hoy en una cata conjunta de vinos españoles y
estadounidenses en un evento con el que España trató de conquistar
nuevos paladares en uno de sus principales mercados de exportación.
Las ventas de vinos españoles a Estados Unidos rondaron los 197
millones de euros en el año 2009.
La cifra convierte a España en el cuarto principal exportador de
vinos a Estados Unidos por volumen monetario, por detrás de Italia,
Francia y Australia y seguido de Chile y Argentina en el quinto y
sexto lugar.
Durante la cata en la embajada de España en Washington se
sirvieron un total de doce vinos, seis de cada país.
La iniciativa, impulsada por el Ministerio de Medioambiente,
Medio Rural y Marino de España en colaboración con la Fundación para
la Cultura del Vino, quiso rendir "homenaje" a los vinos del Viejo
Continente y a los del Nuevo Continente.
Dos críticos de vinos estadounidenses guiaron la velada al
invitar a los asistentes a disfrutar de un albariño que describieron
como "elegante, suave y con un toque cremoso al final" y de un
rosado de las bodegas riojanas Muga con un color parecido al de un
"pomelo rosa" y para cuya elaboración se usaron cinco uvas
distintas.
A esos se sumaron otros como un vino blanco Marqués de Riscal en
el que los expertos encontraron un deje a melocotón y que
aventuraron haría buena pareja con un ceviche.
La velada incluyó también un Chardonnay neoyorquino, con sabor a
manzana verde y a pera y un ligero toque cítrico, que los expertos
aconsejaron acompañar de un queso de su elección.
No faltaron tampoco los vinos californianos como un Pinot Noir
del 2007 que Adam Lazarre, propietario del viñedo Villa San Juliette
que lo elaboró describió como un año "excelente" para esa variedad.
La jornada congregó a funcionarios del Gobierno estadounidense,
directivos de varios museos de la capital, periodistas y críticos de
vinos y ejecutivos del sector, entre otros.
Entre ellos estaba Iago Becerra, de las bodegas Terras Gauda, de
las Rías Bajas gallegas, en el noroeste de España, que comercializa
sus productos en 17 estados de EEUU.
"Empezamos hace unos 15 años vendiendo nuestros vinos en
restaurantes gallegos y españoles y ahora tenemos ya vocación
universal", explicó a Efe Becerra, quien cree que hay un gran
potencial de crecimiento en EEUU.
Eduardo Muga, de las bodegas Muga, mencionó, por su parte que el
estadounidense es un mercado difícil pero agradecido.
La empresa exporta alrededor de un 40 por ciento de su producción
y el 30 por ciento se destina a EEUU.
"El consumo de vino de calidad ha subido mucho y creemos que va a
seguir creciendo", explicó a Efe Muga.
Por su parte, Carolo Dumont de Chassart, de las Bodegas Domecq,
destacó la disposición del consumidor estadounidense a probar cosas
nuevas.
"Es un país hecho de inmigrantes, con lo que todo lo que viene de
fuera tiene aceptación", dijo a Efe Dumont. EFE