Bruselas, 5 oct (EFE).- Los líderes de medio centenar de países
asiáticos y europeos se comprometieron hoy a continuar a buen ritmo
las reformas económicas destinadas a evitar la repetición de una
crisis como la que ha golpeado ambos continentes en los últimos dos
años, tras su eclosión en Estados Unidos en el verano de 2008.
"Prometemos fortalecer las fuentes de crecimiento y conducir
reformas estructurales, dejando atrás los modelos que crearon
debilidades en el periodo anterior a la crisis, incluyendo los
déficit públicos excesivos, deudas insostenibles, desequilibrios
globales y lagunas de desarrollo", dicen las conclusiones finales de
la cumbre euroasiática ASEM, celebrada durante dos días en Bruselas.
"Todavía queda un gran trabajo por hacer", aseguró al término de
la cumbre el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que
identificó la reforma del sistema financiero como "prioridad número
uno".
En este sentido, la cumbre reiteró su compromiso expresado en
otros foros internacionales de afrontar los riesgos asociados a las
entidades financieras cuya caída podría suponer un riesgo para todo
el sistema financiero debido a su gran tamaño, y de tomar medidas
para que las entidades contribuyan al marco de resolución de crisis,
mediante "la puesta en marcha de fondos apropiados".
"Los paisajes de la crisis en Asia y Europa son distintos, pero
hace falta que los países coordinen las políticas económicas" para
promover una recuperación en ambas regiones, aseguró Lee Myun-Bak,
presidente de Corea del Sur, país que acogerá la próxima cumbre del
G20.
En este sentido, el líder coreano confió en que la cumbre del G20
que se celebrará en Seúl en noviembre arroje resultados concretos y
consideró que la reunión celebrada en Bruselas, en la que han
participado doce de los veinte líderes que viajarán a Corea del Sur,
contribuya a alcanzar esos resultados.
Por otro lado, también relacionado con la reforma de la
gobernanza económica mundial, los líderes asistentes expresaron su
apoyo al proceso de modernización del Fondo Monetario Internacional
mediante una cesión de la cuota de representación de los países
europeos hacia los países emergentes.
Concretamente, las conclusiones de la cumbre dicen que los
líderes de Europa y Asia "reafirman que las participaciones en el
FMI deben desplazarse hacia los mercados dinámicos y emergentes y
los países en vías de desarrollo en una proporción de al menos un 5%
desde los países sobrerrepresentados a los infrarrepresentados", lo
que podría suponer la cesión de dos asientos de los nueve que ocupan
los países europeos en la junta del FMI.
Los países europeos ya anunciaron el viernes su disposición a
ceder parte de su cuota de representación a los países emergentes
ante las reiteradas peticiones en este sentido para equilibrar el
poder en el organismo encargado de financiar a los países que sufren
crisis monetarias o fiscales. EFE