Naciones Unidas, 28 sep (EFE).- El canciller de Ecuador, Fander
Falconí, dijo hoy que la actual crisis financiera muestra que el
sistema económico de ahora debe de ser "reinventado", al tiempo que
reclamó más esfuerzos de los países ricos para combatir la crisis
alimentaria y luchar contra el cambio climático.
"Ecuador plantea que la crisis no requiere de una reforma
tecnocrática sino de un cambio de modelo económico", señaló al pleno
de la 64 Asamblea General el ministro de Relaciones Exteriores.
Subrayó también que las crisis alimentaria, energética y "la
escandalosa crisis financiera son síntomas claros de que el sistema
no funciona y tiene que ser reinventado".
Falconí consideró que los efectos de la crisis financiera y
económica actual se han profundizado y multiplicado en los países en
desarrollo, pese a que su origen estuvo "en los principales mercados
especulativos de los países ricos del norte".
El canciller ecuatoriano apeló al fortalecimiento del
multilateralismo en Naciones Unidas, al tiempo que consideró
"urgente" profundizar en su reforma estructural.
Asimismo, pidió que el Consejo de Seguridad, el mayor órgano de
decisiones de la ONU, sea "más representativo, democrático y
eficaz", por lo que pidió el compromiso de todos los Estados para
lograr una transformación sustantiva en su composición y métodos de
trabajo antes de que concluya 2009.
Ecuador, agregó, considera que la Asamblea General, "como cuerpo
más democrático y universalmente representativo debe asumir
plenamente las funciones que le otorga la Carta de las Naciones
Unidas".
Al realizar un repaso del panorama político de la región
latinoamericana, Falconí se detuvo en Cuba, Honduras y Colombia.
En el caso de Cuba, el canciller ecuatoriano se congratuló por la
revocación de la "injusta expulsión" de Cuba de la Organización de
Estados Americanos (OEA), al tiempo que pidió el levantamiento del
bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra
La Habana.
"Este bloqueo es contrario a los principios y normas del derecho
internacional, y su mantenimiento continúa afectando severamente el
bienestar y la dignidad del pueblo cubano", subrayó.
En cuanto a la situación de Honduras, el jefe de la diplomacia
ecuatoriana reiteró la condena del golpe de estado perpetrado contra
el Gobierno legítimo de Honduras y señaló que el rechazo unánime de
la comunidad internacional a la deposición del presidente
constitucional Manuel Zelaya, refugiado desde hace una semana en la
embajada de Brasil en Tegucigalpa.
"Insistimos en la restitución inmediata del presidente Zelaya, a
la par de requerir su protección física y el cese inmediato de la
represión al pueblo hondureño", señaló.
Ecuador pedía a la comunidad internacional que "juntos tomemos
medidas enérgicas que garanticen la restitución del orden
democrático en Honduras como condición para alentar cualquier
proceso electoral y reconocer a las autoridades que de este proceso
resulten elegidas", dijo Falconí.
En cuanto a Colombia, el canciller ecuatoriano expresó la
satisfacción de su país por haber reiniciado la pasada semana un
proceso que llevará "muy pronto, esperamos, a la normalización de
las relaciones diplomáticas con la hermana República de Colombia".
Falconí consideró que ese restablecimiento de las relaciones
entre Bogotá y Quito "será de enorme beneficio" para ambos, al
tiempo que agregó que ello ha sido posible "gracias al espacio de
diálogo y encuentro que ofrece cada año la Asamblea General de
Naciones Unidas".
Respecto a los debates sobre el cambio climático, el canciller
dijo que "con franqueza" fueron "una gran desilusión", pues señaló
que en la cumbre celebrada el pasado 22 de septiembre hubo más
"retórica" que "compromisos tangibles".
Falconí se refirió a la gravedad de la crisis alimentaria, en una
época con tecnología para producir alimentos suficientes. EFE
emm/jrh