París, 14 oct (EFE).- El economista jefe de la Agencia
Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, alertó hoy de que la
falta de inversión en prospección y explotación de yacimientos
petroleros amenaza con disparar el precio del barril, lo que haría
más lenta recuperación de la crisis económica.
"Ha habido una ingente reducción de la inversión en prospección",
que fue del 20% en 2008, y eso significa que podría darse una
"fuerte subida" de precios del petróleo conforme aumente la demanda
y eso contribuiría a "debilitar la recuperación", señaló Birol en
conferencia de prensa durante la primera jornada de la reunión
ministerial de la AIE en París.
Recordó la posición de la agencia de que los precios de las
energías fósiles para el consumidor deben penalizar las emisiones de
dióxido de carbono (CO2, principal responsable del calentamiento
climático), pero también que un encarecimiento súbito tendría un
impacto económico.
Y que ese impacto económico acarrearía consecuencias negativas no
sólo para los países consumidores de petróleo, sino también para los
exportadores, como los del cártel de la OPEP.
El economista jefe de este organismo, que reúne a los principales
países consumidores de energía del mundo desarrollado, constató que
desde que en mayo se había advertido del hundimiento de la inversión
en prospección de campos petrolíferos no ha habido una recuperación
significativa y también que desde la AIE "no propugnamos precios
bajos".
Entre otras cosas, argumentó, porque "hay que poner un precio al
carbono", y según sus proyecciones, para poder cumplir el objetivo
de que el calentamiento climático se mantenga en límites
controlables (450 partículas de CO2 por millón) el gravamen por la
emisión de una tonelada de dióxido de carbono tendría que situarse
en 50 dólares en el horizonte de 2020.
Birol también indicó que, de acuerdo con ese mismo escenario, el
pico mundial de demanda de combustibles fósiles (petróleo, gas y
carbón) se produciría hacia 2020.
Sobre las negociaciones sobre el cambio climático que deben
culminar en diciembre en una conferencia ministerial en Copenhague,
insistió en que "las empresas necesitan signos claros" para poder
planear sus inversiones y adaptarse a las condiciones que se fijen.
El economista jefe consideró que en el transporte tiene que haber
"una gran revolución" por ser uno de los sectores en los que menos
ganancias de eficiencia energética se han hecho.
Para ilustrarlo dijo que el peso relativo de los coches
convencionales (sólo con un motor de explosión) debería disminuir
del 95% actualmente al 40% en 2050. El 60% restante deberían ser
vehículos eléctricos, híbridos o con una propulsión alternativa. EFE