Miami (EE.UU.), 21 sep (EFE).- La Feria Internacional del Vino de
Miami, uno de los mayores escaparates del sector en EE.UU., arranca
con nuevos bríos en su octava edición del 26 al 27 próximo con más
de una veintena de países representados y cerca de 1.500 marcas
internacionales.
En la edición de este año se darán cita en el Centro de
Convenciones de Miami Beach más de 500 bodegas en un espacio
expositivo de 8.000 metros cuadrados, casi un 10 por ciento más del
utilizado en el pasado año, pese a la crisis económica actual.
Su director y fundador, el español David Bernard, señaló a Efe
que la feria será este año más "diversa e internacional", sin perder
por eso sus señas de identidad en el renglón de los "vinos boutique"
y de producción cuidada.
El objetivo de la feria continúa siendo, sobre todo, propiciar
que las bodegas presentes realicen el mayor número de contactos
posibles con distribuidores y compradores nacionales y foráneos,
principalmente de Canadá, México y el Caribe.
Por países, España, que ocupa un 15 por ciento de la superficie
de la feria (menos de la mitad que en la edición pasada), es
nuevamente el país que concurre con un mayor número de bodegas (más
de un centenar).
Tienen especial presencia bodegas procedentes de zonas y
denominaciones de origen como Priorato, Rioja, Ribera del Duero,
Rías Baixas, Toro, La Mancha, Uclés, Cariñena, Jumilla, Valencia,
Penedés y otras.
Destacan países presentes en la feria como Argentina, Chile,
Francia, Alemania, Portugal, Estados Unidos, Italia, Uruguay, Nueva
Zelanda, Sudáfrica, Escocia, y naciones tan novedosas en el sector
vitivinícola como Ucrania y Georgia.
Francia, con medio centenar de bodegas, es, junto con España, uno
de los países con mayor representación en la feria, mientras que
Argentina, con su apuesta por la uva malbec, ha visto como esta
variedad se ha convertido en la locomotora del crecimiento de las
exportaciones de caldos de ese país suramericano a Estados Unidos.
Los organizadores esperan que en la exhibición se desarrollen
cerca de dos mil reuniones de profesionales y las ventas superen el
medio millón de cajas de vino.
"La feria está haciendo un esfuerzo concertado para potenciar al
máximo el número de compradores que se acerquen a la muestra", que
se ha convertido en una herramienta única de negocio para los
expositores, señaló Bernard.
Pese a la difícil situación del mercado actual, "nuestros
expositores saben que éste el momento más importante para mantener
una fuerte presencia en el mercado", aseguró Sergio García,
directivo de la feria, que se espera que atraiga este año a unos
siete mil profesionales del sector.
La sociedad de bodegueros de Iberwine, que representa en esta
muestra a más de un centenar de marcas, estará de nuevo presente en
esta feria, con la que suscribió una ampliación de capital y es hoy
socio accionista.
La asociación de Iberwine con la Feria Internacional del Vino ha
consolidado a ésta como una de las de más rápido crecimiento de
todas la que tienen lugar en el estado de Florida, el segundo mayor
consumidor de vino de EE.UU., sólo por detrás de California, según
los organizadores.
Iberwine, de la mano de su director, el Marqués de Griñón, Carlos
Falcó, levantará de nuevo el pabellón "Grandes Pagos de España", que
acoge a un grupo de pequeños viticultores que elabora vinos de gama
alta. EFE