Ginebra, 14 ene (EFE).- La Fiscalía del Cantón de Zúrich ha abierto una investigación penal contra dos militantes del partido UDC, instigador de la caída del presidente del Banco Nacional Suizo, Philipp Hildebrand, que dimitió el pasado lunes tras un escándalo por haber supuestamente especulado en el mercado de divisas.
El Ministerio Público acusa a Hermann Lei y Claudio Schmid de haber violado la Ley de Bancos, que vela porque no se quiebre el sacrosanto secreto bancario helvético.
El fundador de la UDC -formación ultraderechista y xenófoba- y actual diputado, Christoph Blocher, también declaró ayer ante el fiscal Umberto Pajarola, pero a éste, por el momento, no se le imputa ningún delito.
La fiscalía quiere aclarar lo que sucedió con el robo y transmisión a la prensa de la información bancaria de Hildebrand, foco de la polémica.
Schmid y Lei están acusados de infringir el secreto bancario al difundir datos confidenciales, de haberse puesto en contacto con el informático que robó los documentos del Banco Sarasin -donde los Hildebrand guardan su fortuna- y de haberlos transmitido a la prensa.
Asimismo, Lei está acusado de haber transmitido los datos robados a Blocher, quien a su vez alertó al Consejo Federal (gobierno) del posible delito y conflicto de intereses del presidente del BNS.
Por otra parte, el presidente del Consejo del BNS, Hansueli Raggenbass, ha confirmado en las últimas horas en entrevistas a varios medios, que fue el organismo que dirige quien decidió solicitar a Hildebrand que dimitiese.
Raggenbass puntualizó que, si bien no se le recriminaba a Hildebrand haber infringido ninguna normativa ni haber abusado de información privilegiada, la credibilidad del banco estaba en duda si se mantenía en su cargo.
Por otra parte, Raggenbass ha insistido en reclamar que el BNS siga siendo un ente independiente y no politizado, ante las peticiones de algunos diputados de que haya un control parlamentario del ente monetario.
La polémica que acabó con la dimisión de Hildebrand surgió cuando se supo que esposa compró 504.000 dólares contra francos suizos, supuestamente sin el conocimiento ni el consentimiento de su marido.
Al enterarse al día siguiente, Hildebrand no anuló la operación, aunque advirtió de lo sucedido al BNS y pidió a su gerente bancario que en el futuro no realizase ese tipo de operaciones sin su autorización.
La operación se realizó el 15 de agosto, tres semanas antes de que el BNS estableciera un cambio fijo entre el franco y el euro -a causa de la incesante apreciación de la moneda helvética- que provocó un valorización del dólar, y por tanto unas ganancias de varios miles de dólares para la familia Hildebrand.
Cuando el caso fue de conocimiento público, la presión mediática y política fue demasiado fuerte, el Consejo del Banco le retiró su apoyo y, finalmente Hildebrand dimitió el pasado lunes. EFE