Londres, 9 sep (EFE).- España va "muy adelantada" con respecto a
otros países de la zona del euro al haber financiado ya a mediados
de año entre dos tercios y tres cuartos de sus requerimientos de
financiación fiscal para el 2010, según la agencia Fitch.
España, con una calificación de su deuda de AA+/estable; Irlanda,
AA-/estable; Portugal, AA-/perspectiva negativa, y Grecia,
BBB-/perspectiva negativa, son los cuatro países destacados por la
agencia de calificación por haberse adelantado al resto.
La mayoría de los países de la zona del euro habían financiado ya
en junio más del 50 por ciento de sus exigencias de financiación
fiscal, explica Fitch.
"Mientras que todos los estados miembros (de la UE) están
respondiendo en diversa medida a la necesidad de implementar
programas creíbles de consolidación fiscal a medio plazo, sólo
Grecia, España, Portugal e Irlanda han acometido un ajuste fiscal
substantivo", señala Paul Rakins, de Fitch.
Pese a todo, la agencia considera que la crisis financiera
mundial ha puesto de manifiesto la necesidad de introducir cambios
profundos en la conducta de la política fiscal y económica a nivel
tanto nacional como europeo para disipar las dudas sobre la
viabilidad y el éxito a largo plazo de la unión económica y
monetaria europea.
Fitch señala que "el anuncio de la red de seguridad para la deuda
soberana de la zona del euro y los resultados del test de
resistencia de la banca europea han tranquilizado a los mercados, a
lo que también ha contribuido un crecimiento superior al esperado en
el segundo trimestre".
Pero, según la agencia de calificación de riesgo, la confianza
del mercado sigue siendo frágil al persistir las dudas sobre la
recuperación económica global y la perspectiva a medio plazo de las
finanzas públicas.
La agencia cree que la volatilidad registrada en la deuda
soberana y otros mercados ha sido tanto una crisis de confianza del
mercado en la viabilidad a largo plazo de la zona del euro como en
la propia solvencia fiscal de algunos estados miembros.
En su informe, Fitch destaca igualmente la convergencia del
riesgo de crédito bancario y de la deuda soberana en la primera
mitad de este año, que restringió en algunos casos el acceso de
ambos a los mercados internacionales de capital.
Mientras que los tests de resistencia han aminorado la
preocupación de los inversores con respecto a la necesidad que
pueden tener los bancos de recurrir al Estado, se espera que bancos
y Estados compitan de modo creciente en los mercados de capitales.
Ello se explica por la coincidencia temporal que va a producirse
entre un incremento de las necesidades de financiación fiscal de los
Estados y de los vencimientos de las deudas bancarias en los dos
próximos años.
Fitch calcula las necesidades combinadas para los bancos y los
Estados de la zona del euro en 455.000 millones de euros en la
segunda mitad de este año y de entre 900.000 millones y un billón de
euros anuales en 2011 y 2012.
A pesar de los actuales problemas de la zona del euro, Fitch
considera que para países con economías muy vinculadas al euro y con
finanzas públicas sanas como es Estonia (A/perspectiva estable), los
beneficios de unirse a la moneda única superan a eventuales
desventajas.
Estonia se convertirá en el decimoséptimo país de la zona del
euro el próximo enero. EFE