Washington, 21 abr (EFE).- La economía del planeta se expandirá
un 4,2 por ciento este año, algo más que lo previsto anteriormente,
empujada por los mercados emergentes, indicó hoy el Fondo Monetario
Internacional (FMI).
"La recuperación mundial ha sido más fuerte que lo esperado, y la
actividad está repuntando a distintos ritmos: con debilidad en
muchas economías avanzadas, pero con más fuerza en la mayoría de las
emergentes", dijo el organismo en su informe "Perspectivas
Económicas Mundiales", divulgado hoy.
El organismo prevé que ese recuperación a varias velocidades
continúe, con Asia a la cabeza, gracias a la vuelta a los dos
dígitos de China, que crecerá un 10 por ciento este año, y a la
India, con un 8,8 por ciento.
Brasil también experimentará un fuerte tirón, puesto que el FMI
elevó hoy en ocho décimas su previsión para este año para el país,
que queda en el 5,5 por ciento.
Mientras, en las naciones ricas la recuperación es más lenta que
tras recesiones anteriores. La zona del euro avanzará tan solo un 1
por ciento este año y Japón un 1,9 por ciento.
En cambio, Estados Unidos, donde se generó la crisis, sufrió una
recesión más leve el año pasado que otros países avanzados y con un
3,1 por ciento crecerá más en el 2010 que la mayoría de ellos.
A nivel mundial el crecimiento será del 4,2 por ciento este año,
tres décimas más que el cálculo del FMI en enero, y un 4,3 por
ciento el que viene.
La institución ha constatado una mejora en el tejido financiero y
ahora el mayor riesgo viene de las cuentas públicas.
En ese sentido, el FMI advirtió de que la inquietud en los
mercados sobre la capacidad de Grecia de pagar su deuda podría
transformarse en una crisis de deuda soberana "contagiosa".
Otro de los problemas es que los países desarrollados tienen poco
espacio de maniobra para responder a otra emergencia, con lo que
cualquier imprevisto podría dar al traste con una recuperación que
el FMI aún tilda de "frágil".
Al mismo tiempo, la gangrena en los mercados inmobiliarios sigue
pesando en los balances de los bancos de Estados Unidos y algunos
países europeos, y frena un repunte más robusto.
En este contexto, la receta del Fondo es mantener las bajas tasas
de interés en los países avanzados y los programas de estímulo
durante este año, excepto en las naciones que ya sienten las
presiones del mercado para tomar medidas contra el déficit.
En todo caso, en el 2011 el ajuste será inevitable. El FMI pidió
planes claros a los gobiernos de cómo y cuándo reducirán la deuda, y
sugirió elevar la edad de jubilación y reducir el costo de los
sistema de salud públicos.
También aconsejó subir los impuestos y eliminar las
desgravaciones por la compra de una vivienda y por el uso de
biocombustibles.
Al mismo tiempo, el desempleo seguirá siendo un problema, pues se
mantendrá en el 9 por ciento en media en los países avanzados el
próximo año y caerá sólo gradualmente.
El FMI recomendó "flexibilidad salarial", un eufemismo con el que
en realidad habla de bajadas de sueldos, dar unos beneficios
"adecuados" por desempleo y llevar a cabo programas de formación
para los parados.
En los países en desarrollo el peligro no es la deuda, que caerá
gracias a su alto crecimiento, sino cómo evitar que la fuerte
entrada de capital extranjero a algunos de ellos forme una burbuja
financiera.
El FMI les aconsejó permitir la apreciación de su moneda, en
particular a China, realizar un ajuste fiscal, acumular reservas e
incluso imponer controles temporales a la entrada de capital, como
ha hecho Brasil.
Respecto a las tasas cambiarias, el organismo dijo en su informe
que el yuan chino está "sustancialmente" infravalorado, mientras que
el dólar y el euro están sobrevalorados. EFE