Washington, 10 oct (EFE).- Los jubilados que reciben cheques del
Seguro Social en Estados Unidos pueden quedarse sin ajustes por
costo de vida, por segundo año consecutivo, si se confirma esta
semana que la inflación sigue siendo muy moderada.
El Departamento de Trabajo divulgará el viernes su informe sobre
el índice de precios de consumo (IPC) en septiembre, mes que cierra
el tercer trimestre del año calendario y que se usa para calcular el
ajuste por costo de vida en los pagos del Seguro Social.
Después de un aumento del IPC del 0,3 por ciento en julio y uno
similar en agosto, la mayoría de los analistas calcula que el
incremento en septiembre fue del 0,2 por ciento.
La noticia de que no habrá ajustes no será del agrado de los más
de 58 millones de personas que perciben jubilación, y la ironía es
que los jubilados que más dependen de esos pagos del Gobierno forman
un contingente importante del movimiento ciudadano "Tea Party" que
repudia los programas gubernamentales.
Cuando falta menos de un mes para las elecciones legislativas, es
probable que la ausencia de ajustes en los cheques del seguro social
se achaquen a la Administración de Barack Obama, pero de hecho han
sido los republicanos en el Congreso los que impidieron un pago
extraordinario propuesto por los demócratas.
El cálculo de los ajustes por costo de vida en las jubilaciones
dentro del sistema gubernamental conocido como Seguro Social, se
hace bajo una fórmula compleja, y que muchos expertos consideran
inadecuada.
La Oficina de Estadísticas Laborales, dentro del Departamento de
Trabajo, toma el costo de vida entre 1982 y 1984 como base 100.
La ley estipula que si el aumento promedio del índice de precios
de consumo (IPC) entre julio y septiembre supera el 0,1 por ciento
del IPC promedio del tercer trimestre del año anterior, habrá ajuste
en las jubilaciones.
Si los incrementos son de menos del 0,05 por ciento u ocurre una
caída del IPC, las jubilaciones se mantienen sin cambios.
En el tercer trimestre de 2007 el IPC promedio marcó 203,596 en
la tabla que toma como base 100 el período 1982-84 y los jubilados
tuvieron un ajuste del 2,3 por ciento.
En 2008 el IPC promedio del tercer trimestre fue de 215,495, y
los jubilados muy contentos recibieron un ajuste del 5,8 por ciento
en sus pagos.
Pero 2008 fue un año que se caracterizó por enormes aumentos de
precios, especialmente de la energía en el segundo y tercer
trimestre. El IPC promedio del tercer trimestre de 2009 fue de
211,013, es decir una caída de 2,1 por ciento, y por lo tanto los
beneficios quedaron tal como estaban.
Fue la primera vez que los jubilados se quedaron sin ajuste por
costo de vida desde que se instituyó el mecanismo en 1975.
A fines de 2009, Obama propuso, y el representante demócrata Earl
Pomeroy, de Dakota del Norte, mocionó en el Congreso un pago único
de 250 dólares para que los jubilados pudieran encarar la realidad
económica. Pero los republicanos impidieron que se aprobara la
medida.
Este año el cálculo para el ajuste, o falta de ajuste, de las
jubilaciones no se hace sobre el IPC promedio del tercer trimestre
de 2009, sino sobre el IPC promedio del tercer trimestre de 2008,
esto es los 215,495 puntos de aquel año cuando hubo grandes aumentos
de precios.
Para que hubiera ajuste de las jubilaciones del Seguro Social en
2011, el IPC promedio entre julio y septiembre de 2010 debería estar
por encima de los 215,495 puntos.
En julio el IPC marcó 213,898 puntos y en agosto fue de 214,205
puntos.
Se necesitaría un aumento de casi el 2 por ciento en el IPC de
septiembre para que el promedio del tercer trimestre superara el del
tercer trimestre de 2008. Los indicios ya conocidos y los cálculos
de los expertos prevén una inflación mucho más baja en septiembre.
EFE