Por Laura Noonan y Andrei Khalip
LISBOA/LONDRES (Reuters) - Las esperanzas de Banco Espírito Santo de captar capital sin necesidad de recurrir a la ayuda estatal sufrieron un importante revés el jueves cuando los inversores se alarmaron por las pérdidas masivas y las revelaciones de una actividad potencialmente ilegal en el mayor banco cotizado de Portugal.
Sus acciones, que fueron suspendidas de cotización el miércoles por la tarde, se hundieron a un mínimo histórico en un plazo de cinco minutos desde que reanudaron la cotización en Lisboa a las 09:14 GMT del jueves. Luego las caídas se suavizaron, pero seguían cayendo más de un 30 por ciento a media tarde.
Las acciones habían sido suspendidas para dar a los inversores más tiempo para digerir las pérdidas semestrales de 3.600 millones de euros que obligarán al banco a ampliar capital y la suspensión de altos cargos por supuesta "gestión lesiva".
"Los resultados y la necesidad de recapitalización están cerca del peor escenario previsto por el mercado, el ratio de capital ha caído muy por debajo de lo que se requiere", dijo Joao Lampreia, analista de Banco Big en Lisboa, que prevé que el banco necesite captar unos 3.000 millones de euros en capital.
BES, fundado por la única dinastía bancaria portuguesa hace unos 100 años, fue el único banco portugués que evitó el rescate durante la crisis financiera. Su nueva dirección, que fue nombrada el 14 de julio después de que la familia Espírito Santo perdiera el control, quiere mantener ese estatus.
El objetivo es más difícil de lograr tras el anuncio del miércoles.
"El Banco de Portugal y el nuevo consejero delegado del BES han comentado que los inversores privados están dispuestos a entrar. Pero ¿tendrían que implicarse los bonistas estatales y/o los junior?", escribió el analista de Citi Stefan Nedialkov en una nota a clientes.
El banco central portugués dijo el miércoles por la noche que la solución preferida era la entrada de capital privado en el BES, que tenía un ratio tier 1 de sólo un 5 por ciento a finales de junio, por debajo del mínimo que exige la regulación del 7 por ciento.
Dijo que los fondos públicos están disponibles si el banco los necesita. Portugal, que salió del rescate en mayo y estaba apuntando hacia una recuperación económica, tiene 6.400 millones de euros en fondos para cualquier recapitalización bancaria.
BES dijo a última hora del miércoles que captaría suficiente dinero para tener un colchón por encima de lo que se le requiere legalmente, pero no dijo de forma inmediata qué cantidad pediría. Dijo que convocaría una junta de accionistas para aprobar los planes de recapitalización "en un plazo razonable de tiempo".
En una nota a clientes, analistas de Nomura dijeron que el banco precisaría al menos 1.000 millones de euros en nuevas acciones para cumplir los requisitos mínimos y hasta 3.000 millones para restaurar su colchón previo.
BES amplió capital el 11 de junio, vendiendo 1.000 millones de euros de acciones con descuento a inversores ya existentes. Incluso antes de la caída del valor el jueves, esos inversores habían sufrido pérdidas de alrededor del 50 por ciento.
La semana pasada más de 20 inversores mantuvieron conversaciones con el Banco de Portugal por una posible inversión, dijeron personas familiarizadas con las discusiones a Reuters. El hedge fund estadounidense DE Shaw y clientes de Goldman Sachs ya han tomado una participación combinada del 5 por ciento.
Las fuentes, hablando bajo condición de anonimato ya que las negociaciones son privadas, también hicieron hincapié en que el Banco de Portugal había dejado claro en diversas ocasiones que la ayuda estatal era el último recurso.
(Información adiconal de Daniel Alvarenga en Lisboa; Traducido por Emma Pinedo)