Durante el mes de junio, se produjo en la banca española una disminución en el nivel de morosidad crediticia que representa un buen síntoma en términos de expectativas de recuperación de la intermediación financiera.
En dicho mes, la morosidad crediticia se ubicó en 4,488% de la cartera crediticia en financiaciones a empresas y particulares de los bancos, cajas y cooperativas que operan en España.
La reducción en la tasa de morosidad es la primera que se produce en los últimos dos años.
La mejora en la tasa de morosidad es una señal de que la situación de los agentes económicos se ha estabilizado y aumenta las esperanzas de recuperación.
Por el lado del sector financiero, la mejora en los indicadores de morosidad actúa como un aliciente para que las entidades se animen a generar nuevo financiamiento que ayudaría a potenciar la recuperación económica.
En dicho mes, la morosidad crediticia se ubicó en 4,488% de la cartera crediticia en financiaciones a empresas y particulares de los bancos, cajas y cooperativas que operan en España.
La reducción en la tasa de morosidad es la primera que se produce en los últimos dos años.
La mejora en la tasa de morosidad es una señal de que la situación de los agentes económicos se ha estabilizado y aumenta las esperanzas de recuperación.
Por el lado del sector financiero, la mejora en los indicadores de morosidad actúa como un aliciente para que las entidades se animen a generar nuevo financiamiento que ayudaría a potenciar la recuperación económica.