Santiago de Chile, 2 dic (EFE).- América latina crecerá sólo un 1,1 % este año, pero tenderá a una recuperación en torno al 2,2 % promedio el 2015 en el contexto de un heterogénea recuperación de la economía mundial, dijo hoy en Santiago la Cepal.
La Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (Cepal) entregó su balance preliminar de la economías de América Latina y El Caribe 2014, en el que destacó que la baja expansión de la región es la más débil desde 2009.
"La baja en los precios de las materias primas, de los términos de intercambio y sobre todo una fuerte caída en la inversión especialmente de las grandes economías de la región explican el crecimiento de sólo 1,1 % en el 2014", dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, al presentar el informe.
Bárcena señaló que países como Brasil que crecerá sólo un 0,2 % este año, mientras Argentina caerá un 0,2 % y Venezuela un 3,0 %, marcan en gran medida el pobre desempeño de la región.
Otros como México (2,2 %), Chile (1,8 %) y Perú (2,8 %) se ubicarían en rangos medios, más moderados que los esperados.
El mejor desempeño en la zona sudamericana correrá por cuenta de Colombia (4,8 %), Bolivia (5,2 %), Ecuador (4,0 %), Paraguay (4,0 %) y Uruguay (3,5 %).
A nivel regional también se observa una gran heterogeneidad durante este año con Centro América más Haití y el Caribe de habla hispana que crecieron un 3,7 %, América del Sur, con un 0,7 %, y el el Caribe de habla inglesa, con un 1,9 %.
El bajo crecimiento redundó en una débil generación de empleo, que se expresó en un caída de la tasa de ocupación urbana de 0,4 puntos porcentuales, más allá de lo esperado según Cepal.
Sin embargo, la tasa de desempleo abierto urbano no aumentó sino que incluso registró una nueva caída, del 6,2 a un 6,0 %, pero ello se debió en gran medida a que la tasa de participación cayó más que la tasa de ocupación.
En 2014 el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos de la región llegó al 2,3 % del PIB, frente a un 2,6 % en 2013, con lo que se detuvo la tendencia al incremento que se había verificado en los cuatro año anteriores.
En materia fiscal, según el informe, la región anotó un leve aumento en el déficit, desde un 2,4 % del PIB en 2013 a un 2,7 % este año.
Destacó también que la deuda pública de los países de la región se mantendrá en niveles bajos y estables, en torno a un 32 % del PIB.
Para el 2015 se espera que la economía mundial continúe expandiéndose aunque en forma moderada, en torno al 3,1 % y de manera dispar.
Para América Latina el factor más preocupante sería la nueva desaceleración de China, que crecería un 7,0 % el próximo año por debajo del 7,3 % previsto para el 2014.
Ello por su fuerte peso como consumidor de materias primas de la región.
De todas formas las tasas de crecimiento para la mayoría de los países latinoamericanos se perfilan más positivas en 2015 que en el año en curso.
En el caso de Brasil se espera una expansión de 1,3 % apoyada en un aumento en la inversión, especialmente en infraestructura.
Argentina crecería un 1,0 % y México un 3,2 %, mientras que la contracción de Venezuela se reduciría a un 1,0 %.
Los países con mayor crecimiento de la región seguirían siendo Panamá (7,0 %), Bolivia (5,5 %), Nicaragua (5,0 %), Perú (5,0 %) y República Dominicana (5,0 %).
De todas formas Bárcena sostuvo que para enfrentar el nuevo escenario los países deben concentrar su atención en recuperar tasas de inversión más elevadas que las registradas hasta ahora.
"Dinamizar el crecimiento económico y revertir la desaceleración en el actual contexto de la economía mundial implica amplios desafíos para la región", señaló.
"Entre ellos se requiere reactivar la demanda interna privilegiando la dinámica de la inversión. Esto impactaría positivamente en la productividad y competitividad de las economías", agregó.
Para ello la Cepal propone expandir la arquitectura macroeconómica contracíclica incorporando mecanismos que protejan el financiamiento de la inversión, en particular de infraestructura.
Por su parte, estima que la integración regional debe jugar un papel protagónico para aumentar la demanda agregada entre los países de la zona, apoyar los avances en la productividad a través de la inclusión de las empresas de los países en cadenas de valor y fortalecer la capacidad de la región para enfrentar choques externos a través de la integración financiera.
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