(añade datos sobre el proceso)
Madrid, 21 oct (EFE).- Telefónica ha retirado la demanda que
tenía contra el estado argentino en el centro de arbitraje del Banco
Mundial por el impacto de la conversión a pesos de los depósitos en
dólares (pesificación) y la congelación de tarifas de 2002, según
consta en los registros de este organismo.
El proceso se cerró el pasado 24 de septiembre por acuerdo entre
las partes, tras seis años en los que no se había logrado avanzar en
una solución que compensara a la operadora por los daños económicos
que supuso la "pesificación", iniciada en 2002 por el Gobierno para
devolver en pesos los depósitos bancarios en dólares atrapados por
el "corralito", y la congelación de tarifas.
Según adelanta hoy el diario económico madrileño "Cinco Días",
Telefónica exigía 1.900 millones de euros por el impacto de ambos
aspectos.
Junto a Telefónica, en 2003 una treintena de empresas de
servicios públicos, en su mayoría de capitales europeos y
estadounidenses, demandaron a Argentina por los perjuicios derivados
de la devaluación del peso argentino y la congelación de las tarifas
desde comienzos de 2002.
Tras la retirada de la demanda del Centro Internacional de
Diferencias sobre Inversiones (CIADI), la operadora cuenta con una
carta de intenciones que firmó en 2006 con el Gobierno argentino
para poder negociar subidas tarifarias.
En ese momento, Telefónica se comprometió a suspender su demanda.
El compromiso fue firmado en Buenos Aires en febrero de 2006, por
el entonces presidente de Telefónica Argentina, Mario Vázquez, en
presencia del que fuera presidente argentino Néstor Kirchner, y el
ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
En ese momento, Vázquez señalo que la decisión de suspender la
demanda respondía "a la confianza y al compromiso" del grupo español
con Argentina.
Junto a Telefónica, otras empresas, como Endesa o Gas Natural,
anunciaron decisiones similares a cambio de acuerdos transitorios.
Al cierre del primer semestre, Telefónica contaba con cerca de 21
millones de clientes en Argentina. EFE