Miriam Burgués
Bogotá, 16 sep (EFE).- La ciudad de Bogotá tendrá metro en 2015
tras medio siglo de proyectos frustrados para formar parte de un
sistema integrado de transporte público que pretende poner fin al
tráfico caótico que padecen sus ciudadanos, afirmó hoy su alcalde,
Samuel Moreno, en una entrevista con Efe.
El metro "va a definir el futuro del desarrollo urbano de esta
ciudad durante los próximos 50 años", vaticinó Moreno, del
izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA) y quien ganó la
Alcaldía de la capital colombiana en las elecciones de octubre de
2007.
Recordó que Bogotá, con más de siete millones de habitantes, es
de las pocas grandes urbes de América Latina que no tiene metro, un
sistema de transporte que, a su juicio, es el más rápido, el más
seguro y el menos contaminante.
El compromiso adquirido por este abogado y economista, que
estudió en EE.UU., es iniciar la construcción de la primera línea
del metro antes de finales de 2011, cuando concluye su mandato, y
terminarla en 2015.
Ésta fue una de sus promesas electorales y por eso a Moreno le
gustaría ser recordado como el alcalde que convirtió en realidad el
metro para Bogotá, después de medio siglo de estudios e iniciativas
infructuosas.
El profesor Jorge Acevedo, de la privada Universidad de los
Andes, realizó el primer estudio sobre el tema en 1964.
"A finales de este año o principios del próximo" comenzará el
proceso para la licitación pública de la primera línea, explicó
Moreno, al insistir en que esta vez sí avanza el proyecto, que será
financiado en un 70 por ciento por el Estado y en un 30 por ciento
por la Alcaldía.
De hecho, el trazado de esa primera línea, que tendrá casi 24
kilómetros, ya ha sido diseñado por el consorcio español
Sener-Transporte Metropolitano de Barcelona (TMB).
A largo plazo, la idea es complementar el metro con el
Transmilenio (autobuses articulados con vías exclusivas), trenes de
cercanías y rutas para bicicletas para tener un "todo integrado" en
2038, cuando se cumplirán 500 años de la fundación de la ciudad,
adelantó el burgomaestre.
Según una encuesta realizada en agosto pasado, el 62 por ciento
de los bogotanos tiene una imagen desfavorable de su alcalde, nieto
del único dictador que ha tenido Colombia en el último siglo, el
general Gustavo Rojas Pinilla, y gran amigo del presidente mexicano,
Felipe Calderón.
Eso se debe, en parte, a "impopulares" medidas adoptadas en los
últimos meses para intentar ordenar el tráfico, como el aumento de
las restricciones a la circulación de vehículos particulares,
conocidas como "pico y placa".
"Hay necesidad de tomar" esas medidas porque Bogotá tiene
actualmente "128 frentes de obras" y "triplicó" su parque automotor
en los últimos años, argumentó Moreno, quien aclaró no obstante que
esas restricciones son temporales y se prevé quitarlas en 2011.
A la pelea por regular el caos en el transporte que padecen los
ciudadanos hay que sumar el otro gran problema que todavía golpea
fuerte a Bogotá: el de la inseguridad.
"En los últimos años han ido mejorando las estadísticas" al
respecto, subrayó Moreno, quien apuntó que de 60 homicidios por cada
100.000 habitantes se ha pasado a una tasa de 20 por cada 100.000.
Asimismo, agregó que Bogotá recientemente "se convirtió en el
primer destino" para los turistas extranjeros que visitan Colombia,
un lugar que hasta ahora ocupaba la caribeña Cartagena de Indias.
El número de turistas que visitaron la capital colombiana en el
primer semestre de este año aumentó un 13 por ciento frente al mismo
periodo de 2008, según Moreno.
En una época de crisis como la actual, ese incremento significa
un "reconocimiento" importante a las políticas de la Alcaldía e
indica que hay "seguridad para la ciudadanía", enfatizó. EFE
mb/erm/eat
(Con fotografías y vídeo)