Pekín, 28 ene (EFE).- El Gobierno chino demostró sus prioridades
con la creación de la Comisión Nacional de la Energía (NEC, por sus
siglas en inglés), un organismo de carácter supraministerial que
dependerá directamente del primer ministro, Wen Jiabao.
Según publicó hoy el periódico oficial "Global Times", el
objetivo de la nueva agencia es "hallar maneras de mejorar la toma
de decisiones políticas y estratégicas, y manejar el planeamiento
global" de la energía en China.
China es actualmente el segundo mayor consumidor mundial de este
sector, sólo por detrás de Estados Unidos, aunque se trata de un
sector en el que el gigante asiático es muy dependiente del exterior
y del carbón, que todavía supone más de dos tercios del consumo
total.
"(La NEC) será responsable de estudiar y formular una estrategia
nacional de desarrollo de la energía, de revisar los asuntos de
seguridad y desarrollo energéticos y de coordinar los principales
programas de explotación doméstica y cooperación internacional",
aseguró el Consejo de Estado (Ejecutivo chino) mediante un
comunicado.
Wen Jiabao liderará el organismo, que contará con 21 ministros y
directores de distintas agencias, incluidas la Comisión Nacional de
Reforma y Desarrollo (NDRC, máximo órgano de planificación económica
del país), el Banco Popular de China (Central), y la Administración
Nacional de la Energía.
La nueva comisión tomará el relevo del antiguo Ministerio de
Energía, disuelto en 1993 y transformado en simple agencia,
dependiente de la NDRC.
Para Guan Qingyou, experto en la materia de la Universidad
pequinesa de Tsinghuua, el establecimiento de la Comisión Nacional
de la Energía es "crucial", más aún cuando la dependencia exterior
de China en este sector supera el 50 por ciento.
Según datos oficiales, China importó 199 millones de toneladas de
petróleo el año pasado mientras que sólo fue capaz de producir
internamente 189 millones de toneladas.
La NEC permitirá vertebrar el sector energético, dispersado en
demasiados departamento, lo que provoca que "el Gobierno central no
sea capaz de implementar una política energética unificada", en
palabras de la publicación china especializada "Economic Observer".
La tercera potencia económica mundial empezó a ser consciente de
sus problemas energéticos en 2003, en pleno auge económico y de
demanda, y desde entonces asegurarse el abastecimiento se ha
convertido en una de sus obsesiones.
Durante este período, el régimen chino destacó firmando grandes
acuerdos en la materia con Rusia, Kazajistán, Brasil, Venezuela y
varios países africanos, entre otros.
Las previsiones de Pekín estiman que el consumo energético de
China alcanzará los 3,9 billones de kilovatios hora durante este
año, con un incremento del 7 por ciento respecto a 2009. EFE