Nueva York, 2 jul (EFE).- La conocida cadena de tiendas de ropa
Abercrombie & Fitch se ha visto obligada a cerrar temporalmente dos
de los establecimientos que su filial Hollister tiene en Nueva York
debido a una plaga de chinches, informó hoy la compañía.
La firma, dedicada a la moda juvenil y una de las de mayor éxito
entre los adolescentes estadounidenses, explicó que procedió al
"cierre cautelar" de la tienda que tiene en el barrio del SoHo y de
la situada en el sector de Seaport, ambas en Manhattan, debido a una
"creciente epidemia de chinches" que afecta al sur de la isla.
Abercrombie & Fitch aseguró en un comunicado de prensa que ha
pedido ayuda a las autoridades municipales para hacer frente al
problema que consideran que afecta al sector conocido como Downtown
de Manhattan y al que nunca antes aseguran haberse enfrentado
durante su experiencia empresarial.
"Por primera vez en nuestra historia como encargados de 1.100
establecimientos hemos descubierto una epidemia en nuestras
tiendas", señalaron los responsables de la popular firma de ropa,
quienes explicaron que apostaron por cerrar los establecimientos
"para deshacerse del problema adecuadamente".
La compañía, que anunció que este sábado procederá a la
reapertura de la tienda del SoHo tras haber eliminado hoy a los
chinches, aseguró que el cierre temporal de esos establecimientos
Hollister les ha provocado "grandes pérdidas en su facturación",
pero al menos les ha permitido "velar por los empleados y clientes".
La tienda más conocida de Abercrombie & Fitch, que lleva el
nombre de la compañía y se encuentra en la Quinta Avenida de
Manhattan, donde congrega además de clientes locales a cientos de
los turistas que visitan Nueva York, no está afectada por la
epidemia de chinches, según detalló el mismo comunicado.
Los chinches, que se alimentan de sangre, se han convertido en
los últimos años en un problema habitual para Nueva York cuando se
acerca la época veraniega y, pese a que no transmiten enfermedades,
pueden ser una pesadilla para quienes los padecen en sus casas, en
hoteles y o en distintos establecimientos.
Se trata de insectos que se reproducen con mucha facilidad y
suelen esconderse en los colchones o la ropa de cama en busca de
calor, y viajan entre viviendas a través de grietas en las paredes.
Pese a que sus epidemias se detuvieron hace décadas, el uso de
algunos pesticidas y el aumento de los viajes internacionales han
impulsado, según los expertos, los casos de infestaciones en Nueva
York, donde la ciudad ha llevado a cabo en los últimos años incluso
seminarios para enseñar a los ciudadanos a combatir las plagas.
Entre los datos que baraja la ciudad, en 2004 se recibieron 1.800
quejas relacionadas con los chinches, mientras que en 2007
aumentaron hasta rondar las 7.000.
Las acciones de Abercrombie & Fitch se depreciaron hoy el 2,51
por ciento y cerraron a 31,11 dólares en la Bolsa de Nueva York,
donde han perdido un 10,73 por ciento de su valor en lo que va de
año. EFE