Washington, 14 abr (EFE).- El índice de precios al consumo (IPC)
en Estados Unidos subió apenas un 0,1 por ciento en marzo, un mes en
el cual las ventas de minoristas tuvieron su mayor incremento en
cuatro meses, informó hoy el Gobierno.
El Departamento de Comercio informó de que la inflación general
se situó en el 2,3 por ciento desde el mismo mes del año pasado y
que la subyacente, que excluye los precios de alimentos y energía,
fue de 0 por ciento en marzo y totalizó un 1,1 por ciento en un año,
el menor incremento interanual desde enero de 2004.
La mayoría de los analistas había anticipado esos índices
mensuales de inflación.
Durante el mes pasado los precios de los alimentos subieron un
0,2 por ciento y el mal tiempo que afectó los cultivos hizo que los
precios de frutas y verduras subieran un 4,6 por ciento.
En marzo los precios de la energía se mantuvieron sin cambios,
pero subieron un 18,3 por ciento en el acumulado de doce meses. En
el tercer mes del año los precios de la gasolina bajaron un 0,8 por
ciento.
Los precios del transporte bajaron en el mes un 0,1 por ciento y
los de los vehículos automotores nuevos aumentaron en ese mismo
porcentaje. Los de los autos usados subieron un 0,5 por ciento,
según el informe del Gobierno.
La vivienda, que representa el 40 por ciento del IPC, se mantuvo
sin cambios.
La ausencia de presión en los precios es una de las razones por
las cuales la Reserva Federal (Fed) indicó que mantendrá las tasas
de interés casi en cero durante varios meses para estimular la
actividad económica. El banco central, en general, considera
aceptable una tasa de inflación por debajo del 2 por ciento anual.
"En conjunto, los datos indican que el crecimiento de la demanda
privada final será suficiente para promover una recuperación
económica moderada", afirmó hoy el presidente de la Fed, Ben
Bernanke, en una comparecencia ante el Comité Económico Conjunto del
Congreso.
"Se mantienen restricciones significativas en el ritmo de la
recuperación, incluida la debilidad en la construcción tanto
residencial como no residencial, y la mala condición fiscal de
muchos Gobiernos estatales y locales", añadió.
Mientras tanto, las tiendas siguen ofreciendo descuentos para
atraer a los consumidores, que siguen lidiando con una tasa de
desempleo del 9,7 por ciento y el número creciente de ejecuciones
hipotecarias.
Las fuertes ventas de vehículos, con un alza del 7,5 por ciento
(la mayor desde octubre), encabezaron el aumento de los negocios de
los minoristas, mayor que lo esperado, pero los otros sectores
minoristas también tuvieron un buen mes.
Las tiendas de prendas de vestir registraron un aumento del 2,3
por ciento en las ventas.
El informe de hoy da otra señal de que la demanda de los
consumidores, que en EE.UU. equivale a casi el 70 por ciento de la
actividad económica y que estuvo constreñida durante la recesión,
empieza a reactivarse junto con la economía.
Un informe reciente del Departamento de Comercio mostró que en
febrero los consumidores incrementaron su gasto y los ingresos se
mantuvieron sin cambios, es decir, que los compradores empezaron a
recortar sus ahorros.
A su vez el documento más reciente del Departamento de Trabajo
sobre desempleo recogió que la economía estadounidense tuvo, después
de más de tres años, la primera ganancia neta de puestos de trabajo,
que, aunque todavía no ha mellado en el índice general de desempleo,
apunta a una gran mejoría del mercado laboral. EFE