Atenas, 4 mar (EFE).- Los trabajadores griegos, afiliados al
sindicato "Pame" del partido comunista, se han dirigido esta
madrugada al centro de Atenas para protestar contra las medidas
fiscales de ahorro anunciadas por el Gobierno.
Así, menos de 24 horas después del anuncio, cientos de afiliados
al Pame han ocupado las oficinas del ministerio de Finanzas en el
centro de la capital, en cuya fachada desplegaron una gigantesca
pancarta que reza: "A levantarse. Las medidas no pasarán".
Al mismo tiempo, han convocado una manifestación para esta tarde
en Atenas, mientras que se esperan más marchas de protesta en otras
ciudades del país.
También unos 400 funcionarios de la privatizada compañía aérea
griega, Olympic Air, han ocupado la acera enfrente de Hacienda para
protestar contra la decisión del Gobierno de suprimir unas
prometidas jubilaciones anticipadas.
Por su parte, el sindicato mayoritario de trabajadores "Gsee",
que representa a unos dos millones de trabajadores, no ha descartado
convocar para mañana una huelga general contra el plan de austeridad
del Gobierno para ahorrar 4.800 millones de euros.
Las confederaciones de trabajadores se reunirán esta tarde y "no
descartamos llamar a una huelga para mañana", dijo hoy el presidente
de Gsee, Gianis Panagópulos.
"Pasaremos por tiempos muy oscuros un periodo prolongado", añadió
el líder sindical, que se manifestó contra el plan que recorta las
pagas extras de unos 600.000 empleados en un 30% y los ingresos
salariales en un 12%, al tiempo que aumenta impuestos y congela
nuevos contratos de personal y jubilaciones.
También la Unión de empleados civiles Adedy ha convocado una
huelga general, para el próximo día 16.
Se prevé que mañana el Parlamento apruebe el paquete de medidas
anunciado ayer por el primer ministro, el socialista Yoryos
Papandréu, que tiene como objetivo reducir este año el déficit
fiscal del 12,7% al 8,7% del Producto Interior Bruto (PIB).
Las portadas de los diarios griegos se hacen eco hoy del doloroso
plan de recortes adicionales, con críticas que abogan por otras
alternativas, como las reformas estructurales para fomentar el
desarrollo del país.
"Las medidas más rígidas de austeridad en la historia del país",
"Medidas de pobreza para librarnos de la pobreza", titula "To Vima",
y "Kazimeriní" pide "medidas de desarrollo contra la bancarrota".
También el mayor partido de la oposición, la conservadora Nueva
Democracia, así como el Partido Comunista, expresaron su rechazo al
plan, pero mientras que se multiplican las protestas internas, el
Gobierno de Papandréu ha cosechado alabanzas del exterior.
Especialmente de los socios de Grecia en la Unión Europea (UE) y
en la zona euro, así como del Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo
Monetario Internacional (FMI), que le exigían estrategias
adicionales de austeridad, que reaccionaron con satisfacción y
expresaron su pleno apoyo al Ejecutivo heleno.
Las medidas anunciadas son "una fuerte señal de la determinación
del Gobierno griego de continuar con sus valientes decisiones", dijo
el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso.
Para el consejo de gobierno del BCE "demuestran el fuerte
compromiso del Gobierno griego en lograr sus objetivos fiscales
planteados en su programa de estabilidad", y el FMI las valoró como
"muy sólidas", y su esperada implementación como "un paso crucial".
EFE