Berlín, 7 jun (EFE).- Las aerolíneas mundiales ganarán este año
2.090 millones de euros (2.500 millones de dólares), su primer
beneficio desde 2007, anunció hoy el director general y consejero
delegado de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo,
Giovanni Bisignani, en la apertura de la 66 asamblea anual.
Aunque esta cifra queda muy por debajo de los 10.800 millones de
euros (12.900 millones de dólares) de beneficio obtenido en 2007, es
ya "un motivo de alegría", después de dos ejercicios de pérdidas, de
16.000 millones de dólares en 2008 y de casi 10.000 millones en
2009, agregó Bisignani.
No obstante, no todas las regiones han conseguido volver al nivel
de antes de la crisis económica. Es el caso de Europa, que será el
único continente que continuará en 2010 en números rojos, con unas
pérdidas de 2.800 millones de dólares.
En cambio, Asia-Pacífico finalizará el presente ejercicio con un
beneficio de 2.200 millones de dólares; Norteamérica, ganará 1.900
millones; Oriente Medio y África, 100 millones de dólares cada una,
y Latinoamérica, 900 millones, la única región que tiene dos años
consecutivos de ganancias netas.
Sin embargo, Basignani advirtió de que estas previsiones están
sujetas a algunos riesgos a la baja, entre los que destacó los
conflictos laborales, que a menudo terminan en huelgas, por lo que
pidió a los pilotos y tripulantes de cabina que cooperen en lugar de
solicitar subidas salariales imposibles de satisfacer en estos
momentos.
También hizo hincapié, entre otros, en el exceso de capacidad en
el mercado mundial, ya que este año se entregarán 1.340 aviones
nuevos, de los que sólo 500 sustituirán a los aparatos retirados, y
recordó la volatilidad del precio del petróleo, que pasó de 40
dólares por barril en 2009 a 90 dólares durante el presente
ejercicio.
Ante esta situación, dijo que se hace cada vez más necesaria la
implantación del cielo único europeo, que permitirá a las aerolíneas
un ahorro de 5.400 millones de euros (6.500 millones de dólares).
Bisignani reiteró la petición del sector de que la Unión Europea
dé por fin una fecha concreta para la puesta en marcha del cielo
único europeo, después de veinte años de espera.
A su juicio, los gobiernos tienen que actuar con mayor rapidez, y
le parece poco comprensible que, tras décadas de discusiones y el
reciente cierre del espacio aéreo por la nube volcánica procedente
de Islandia, que afectó al 29% de la aviación mundial, los ministros
de Transportes de la UE sólo han logrado "un diminuto avance" en
esta cuestión.
El volcán, que costó a la economía mundial 5.000 millones de
dólares, mucho más que los 1.800 millones de pérdidas en ingresos de
las aerolíneas, dejó claro que "sin conexión aérea, la vida no es
posible", apostilló.
A las aerolíneas como Iberia o British Airways, por ejemplo, el
cierre del espacio aéreo ocasionó unas pérdidas de casi 20 y 121
millones de euros, respectivamente, mientras que el presidente de
AENA, Juan Ignacio Lema, señaló hoy que el gestor público ha dejado
de ingresar sólo en tasas de aeropuertos unos 20 millones de euros.
Por ello, para Basignani se han acabado ya las excusas para la
implantación del cielo único europeo, porque la aplicación de las
nuevas tecnologías está hecha y tampoco existe el problema militar
del pasado, pero lo que falta es un verdadero liderazgo que
sustituya a la actual maraña burocrática que padece la Unión
Europea.
El presidente de Lufthansa, Wolfgang Mayrhuber, también presente
en el acto, insistió en que no se trata sólo de una cuestión
económica, sino también ecológica, para que la industria del
transporte aéreo sea "más verde" y, con el cielo único, la emisión
de CO2 se reduciría un 12%. EFE