Bruselas, 9 nov (EFE).- El presidente de la asociación de
industrias lácteas europeas, la EDA (siglas en inglés), Werner Buck,
ha pedido hoy que "la Unión Europea (UE) no se inmiscuya en las
relaciones y en los contratos entre los productores y
transformadores para la fijación del precio de la leche".
Buck ha afirmado, ante la comisión de Agricultura del Parlamento
Europeo (PE), que en la actualidad "no hay motivo alguno para
intervenir en el mercado de la leche cruda" y se ha mostrado en
contra de que haya una regulación a escala comunitaria sobre los
contratos entre los ganaderos y las industria lácteas.
"La UE no puede imponer un contrato común para el sector
(europeo), porque su estructura está muy diversificada, una política
así no sería eficaz y distorsionaría el mercado de la leche", ha
remarcado Buck.
Asimismo, ha agregado que los precios son el resultado de
acuerdos entre productores y transformadores.
Por el contrario, el representante de las industrias ha pedido a
las instituciones de la UE que estudien la posibilidad de un
"programa de intervención con una red de seguridad", que funcionaría
cuando los precios llegaran "a determinados umbrales", demasiado
bajos o demasiado altos.
No obstante, ha apuntado Buck, ese tipo de ayudas servirían para
"reducir los riesgos" pero no para cambiar los precios.
El responsable de la EDA ha asegurado que "todos los indicios
ponen de manifiesto que el mercado de la leche funciona bien",
aunque ha reconocido que en la actualidad es algo "frágil", por lo
que ha pedido que no salgan al mercado las existencias de lácteos
que permanecen guardadas en los almacenes públicos de la UE.
En cuanto a la volatilidad de las cotizaciones en la leche, Buck
ha dicho que cuando se produce de forma moderada es "algo deseable"
para la marcha del mercado, pero no cuando es "excesiva".
Los precios de la leche se han desmoronado en el último año y se
han situado entre los 20 y 25 céntimos por litro.
La EDA se opone a "iniciativas" en los países que puedan provocar
una "nacionalización" de las políticas lecheras y "diferencias" en
las subvenciones.
Esta Asociación representa a más del 90 por ciento de las
industrias transformadoras de leche de la UE y entre sus socios
tiene a la federación española Fenil.
Por otra parte, Buck ha remarcado que los transformadores tienen
muy poco control en los costes de producción como la energía o el de
los envases, en tanto que los ganaderos mantienen su poder si están
en cooperativas.
Buck también se ha opuesto a la idea de un etiquetado obligatorio
del origen nacional de la leche porque las industrias tienen "muchos
suministradores" y esa exigencia, a su juicio, sembraría confusión
para el consumidor. EFE