Bruselas, 7 dic (EFE).- Los ministros europeos de Energía se
mostraron hoy a favor de la propuesta de legislación de la Comisión
Europea para reforzar el suministro de gas, pero recalcaron que
habrá que seguir trabajando para poder aprobarla durante el semestre
de presidencia española de la UE.
Los Veintisiete expresaron hoy en un debate sus reservas sobre
cuestiones cómo las responsabilidades que debe asumir el Ejecutivo
comunitario, las empresas y los países de la UE en caso de crisis de
suministro.
"Hay posturas nacionales muy diversas, en ocasiones
contrapuestas", reconoció el secretario general de Energía, Pedro
Marín, quien destacó que de enero a junio del próximo año habrá que
hacer "un esfuerzo de aproximación", sin perder por ello de vista el
objetivo principal de la propuesta.
España se mostró favorable a que el Ejecutivo comunitario tenga
un "papel destacado" en caso de crisis de suministro, una posición
opuesta a la de otros socios comunitarios que como Reino Unido
manifestaron sus dudas acerca de la legalidad de reforzar las
competencias de Bruselas en este sentido.
La CE propuso este reglamento en julio de este año para reforzar
la seguridad energética europea y evitar que vuelvan a producirse
crisis de suministro como la del invierno pasado provocada por una
disputa comercial entre Rusia y Ucrania, principales países de
suministro y tránsito del gas que importa la UE.
Bruselas sugirió el desarrollo de medidas preventivas y el diseño
de planes nacionales de emergencia a escala nacional y comunitaria
para que todos los estados miembros puedan compensar la hipotética
ruptura de su principal fuente de suministro -el gas argelino en el
caso de España- con otros recursos a su alcance, de manera que
puedan subsistir durante sesenta días en condiciones de frío
extremas.
España consideró que "esta propuesta es un elemento esencial para
mejorar los niveles de seguridad de los estados miembros" y aseguró
que pondrá "todo el empeño" para aprobarla durante el mandato
español al frente de la UE.
Según Marín, para evitar futuras crisis "es necesario desarrollar
nuevas interconexiones" y mejorar los mecanismos de respuesta.
"Contar con estándares de suministro e infraestructuras es
básico", así como fijar "compromisos concretos a nivel regional".
Sin embargo, países como Finlandia dijeron que para ellos resulta
"imposible" garantizar su funcionamiento en caso de que vean
interrumpida su principal fuente de suministro y pidieron
flexibilidad en este sentido.
El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, subrayó que se
necesitan normas vinculantes y que el reglamento tiene una
importancia "crucial" y recordó que el objetivo es que "la UE sea
fuerte, esté unida y logre un verdadero mercado interior".
"La CE está de acuerdo con un enfoque a medida, pero dentro de
una coherencia", comentó Piebalgs en relación a las peticiones
formuladas por los estados miembros de adaptar la normativa a la
situación de cada país.
Otra de las cuestiones en las que tendrán que trabajar los
Veintisiete en los próximos meses es la definición de "cliente
protegido" -al que debe asegurarse el suministro en caso de crisis-
que podría incluir sólo a los hogares o bien ampliarse a las
escuelas, los hospitales y las pymes.
Para Marín, lo más importante es respetar el equilibrio entre
"protección y coste de medidas", por lo que la definición debe ser
"inequívoca y uniforme en todos los estados miembros".
Otros países, como República Checa y Holanda, consideran que
incluir a otros grupos de consumidores además de a los hogares
dispararía los costes. EFE