Shanghai (China), 9 jun (EFE).- Después de que quedase
prácticamente descartada la propuesta de compra de Opel por parte de
la Corporación Industrial del Automóvil de Pekín (BAIC), los
analistas locales creen que la firma china tratará de hacerse con la
marca sueca Saab, también en manos de General Motors (GM).
Consultado por Efe, el portavoz de BAIC, apellidado Wang, dijo
hoy que su firma por ahora "no tiene información que se pueda
revelar públicamente ni sobre Saab ni sobre Opel", y que no hará
comentarios sobre "rumores" de la prensa.
Sin embargo, el diario "South China Morning Post" da por probable
que, ahora que Opel acabará, en principio, en manos de la canadiense
Magna, BAIC se interese por hacerse con Saab.
"BAIC siempre está buscando oportunidades de hacer compras en el
extranjero, especialmente si los precios de los activos son
razonables", argumenta el analista Chen Qiaoning, vinculado al banco
ABN Amro en China, que cree que el interés de BAIC se mantendrá
mientras los precios de Opel o Saab no sean demasiado altos.
BAIC entró a finales de mayo en la puja por Opel, aunque lo hizo
ya fuera del tiempo establecido para que GM aceptase posibles
ofertas, por lo que en la práctica su oferta quedó descartada desde
el primer momento.
Algunos observadores del sector aseguraron entonces que la
maniobra de BAIC no pretendía más que lograr publicidad de cara al
mercado chino.
Finalmente, Magna firmó una carta de intenciones con GM el pasado
1 de junio, y se espera que alcance un acuerdo definitivo para
adquirir Opel en las próximas semanas, aunque la marca alemana
permanece en contacto con los demás potenciales compradores por si
no se cierra la compra con Magna.
Según fuentes no reveladas por el diario, Dongfeng Motor, uno de
los principales fabricantes chinos, también había estudiado la
posible compra de Saab.
Dongfeng se echó atrás por temor a no gestionar con éxito la
marca, como le ocurrió este año a la Corporación Industrial del
Automóvil de Shanghai (SAIC) con la surcoreana Ssangyong, de la que
tuvo que abandonar el control, tras cuatro años, después de la
oposición de los sindicatos coreanos y de la quiebra de la firma.
Para sobrevivir a sus problemas financieros tras declararse en
bancarrota, GM planea deshacerse de Opel, Saab, la marca británica
Vauxhall y la estadounidense Saturn, que vendió el pasado sábado al
magnate de las carreras automovilísticas Roger Penske.
Además, se deshará de su marca de todoterrenos Hummer, que la
semana pasada acordó vender a la constructora china de maquinaria
industrial e infraestructuras Sichuan Tengzhong, en una operación
que se espera que alcance entre 200 y 300 millones de dólares (entre
144 y 216 millones de euros). EFE