Ignacio Ortega
Moscú, 11 sep (EFE).- Rusia se frota las manos ante la
perspectiva de que la venta de Opel al consorcio integrado por Magna
y el banco estatal ruso Sberbank le permitan acceder a la tecnología
de la marca alemana.
"Quinientos millones de euros por los derechos intelectuales",
tituló hoy el diario de negocios "Védomosti", en relación al dinero
que supuestamente pagarán el fabricante austríaco-canadiense Magna y
Sberbank por el 55 por ciento de acciones de Opel.
Desde el principio de las negociaciones, los rusos pusieron como
condición a General Motors (GM) el disponer del derecho a
comercializar los automóviles Opel bajo su propia marca.
Además, exigieron poder hacer cualesquiera modificaciones en su
estructura y de poder copiar ciertas soluciones técnicas a la hora
de fabricar nuevos modelos.
Precisamente, el recelo de General Motors a ceder a los rusos su
tecnología moderna de fabricación de automóviles fue lo que alargó
las negociaciones durante varios meses.
"No se trata sólo de comprar una compañía automovilística, sino
del acceso de Rusia a la tecnología de producción y, especialmente,
a la tecnología de gestión de la producción", afirmó al diario
Serguéi Beliákov, director del departamento de política inversora
del ministerio de Economía.
El vicepresidente de GM, Christopher Preuss, aseguró que Magna y
Sberbank tienen derecho a aplicar todos los recursos tecnológicos
utilizados por los ingenieros de Opel, lo que fue confirmado al
diario por el consejero delegado de Magna, Siegfried Wolf.
Especialistas de Opel ya han visitado las fábricas del consorcio
automovilístico ruso GAZ, uno de los mayores fabricantes de coches,
camionetas y camiones de Rusia, y que es propiedad del magnate Oleg
Deripaska.
Deripaska, que tiene estrechos lazos con el Kremlin y poseía
acciones en Magna hasta septiembre pasado, cuando se vio obligado a
venderlas para saldar deudas, se ha mostrado dispuesto a comenzar a
fabricar coches de la marca Opel en Rusia en un plazo de nueve
meses.
"Podemos ayudarles en la organización del ensamblaje de sus
modelos en nuestras instalaciones y cederles los concesionarios para
su distribución", dijo Deripaska, hasta hace un año el hombre más
rico del país.
Además, según el acuerdo, GM cederá a Opel sus acciones en
AvtoVaz, el mayor fabricante de automóviles de Rusia, al igual que
la fábrica de la corporación estadounidense en San Petersburgo.
GM, que comenzó a fabricar en Rusia en 2006 modelos como el
Chevrolet Captiva o el Opel Antara, abrió su propia planta en la
antigua capital imperial el pasado año con el objetivo de alcanzar
las 70.000 unidades anuales para 2010.
Con todo, el diario "Kommersant" matiza que los planes de Moscú
de que Opel le transfiera directamente su tecnología podrían
desembocar en una guerra con GM.
El periódico recuerda que GM seguirá teniendo voz y voto en Opel
a través del Joint Product Board, por lo que Magna y Sberbank
tendrán que consultar y consensuar con su socio estadounidense todos
sus planes de producción.
Además, la transferencia de tecnología y el uso de las patentes
no será gratuita, ya que el consorcio tendrá que pagar a GM un
porcentaje de los ingresos por la venta de automóviles, cifras que
aún tienen que ser negociadas.
El primer ministro ruso, Vladímir Putin, nunca escondió que la
compra de Opel era vista por Moscú como la tabla de salvación para
la alicaída industria nacional, cuyas ventas no han hecho más que
reducirse en los últimos años.
"Esperemos que la operación permita lograr la integración real de
la economía rusa en Europa", dijo.
Por eso, calificó hoy de "acertada decisión comercial" la venta
de Opel al consorcio austríaco-canadiense-ruso, aunque en su
análisis de la operación hizo hincapié en que en la oferta de Magna
y Sberbank siempre tuvieron en cuenta las posibles consecuencias
sociales de la operación.
"Es posible cierta optimización en las fábricas, pero ese factor,
merced a un acuerdo conmigo y con la Canciller alemana, Angela
Merkel, Magna y Sberbank lo consensuarán con los sindicatos",
apuntó.
Putin recordó que "la operación es resultado de un trabajo
conjunto" y subrayó que Alemania "es el principal socio comercial de
Rusia no sólo en Europa, sino en todo el mundo".
Según el plan maestro de la operación, Sberbank adquirirá el 35
por ciento de las acciones de Opel y Magna el 20 por ciento,
mientras GM se quedará el 35, y el restante 10 por ciento pasará a
manos de los trabajadores.EFE