Lisboa, 17 ene (EFE).- La agencia de calificación de riesgo Moody's mantiene en perspectiva negativa a los bancos portugueses, debido a que se encuentran "presionados por las condiciones económicas recesivas" que afronta el país.
En un comunicado divulgado hoy, Moody's recuerda que la banca lusa se encuentra en perspectiva negativa de forma ininterrumpida desde 2008 y arrastra problemas de financiación desde la primavera de 2010.
El desempleo creciente, la contracción del consumo, el profundo declive de la inversión, así como la caída del rendimiento disponible en las familias son algunas de las razones que, según Moody's, acaban por perjudicar a las entidades financieras de Portugal.
El país se encuentra bajo la asistencia financiera de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional desde mayo de 2011, tras ver cómo la rentabilidad exigida por los inversores para comprar su deuda soberana subía hasta niveles insostenibles para sus cuentas públicas.
Precisamente el regreso de los bancos al mercado no se estabilizará según las previsiones de la agencia de calificación "hasta el próximo año, año y medio", pese a que entidades como el Banco Espírito Santo o la Caixa Geral de Depósitos lanzaron recientemente operaciones con éxito.
Asimismo, Moody's espera que la banca portuguesa -que al contrario que en otros países europeos como España o Irlanda no se ha visto afectada por ninguna burbuja inmobiliaria- siga presentando "ligeros beneficios" durante este período.
Las restricciones para obtener financiación en el mercado a tasas de interés aceptables han provocado problemas de liquidez en las entidades lusas, lo que ha llevado a varias de ellas a recurrir a la ayuda pública.
Concretamente, el Banco Comercial Portugués, el Banco Portugués de Inversiones y el Banif ya han recibido 5.600 millones de euros de fondos públicos, que proceden de una línea reservada en el rescate financiero concedida al país por valor de 12.000 millones de euros. EFE