Londres, 14 ene (EFE).- El precio del barril de Brent bajó hoy en
Londres un 0,62 por ciento en una jornada marcada por la inesperada
caída de los mercados minoristas y los datos del desempleo en
Estados Unidos, que vuelven a sembrar dudas sobre la fortaleza de la
recuperación de la primera economía del mundo.
El barril de petróleo del mar del Norte, de referencia en Europa,
para entrega en febrero acabó hoy en el Intercontinental Exchange
Futures (ICE) en 77,82 dólares, 49 centavos de dólar menos que al
término de la sesión anterior, cuando cerró en 78,31.
El precio máximo negociado fue de 78,98 dólares por barril y el
mínimo de 77,49 dólares.
Los inversores en futuros reaccionaron así después de conocer que
las ventas del sector minorista en Estados Unidos en diciembre
bajaron el 0,3% respecto al mes anterior, frente al avance del 0,5%
que se preveía y al alza del 1,8% que se registró en noviembre.
Las ventas de vehículos fueron decepcionantes y su valor en
dólares disminuyó un 0,8 por ciento a pesar de que los fabricantes
dieron cuenta de un aumento en el número de unidades vendidas.
Si se excluye la disminución en las ventas de automóviles, las
ventas de los minoristas bajaron en diciembre un 0,2 por ciento,
según indicó el Gobierno estadounidense.
Además, hoy se hizo público que la pasada semana se tramitaron
11.000 peticiones de ayudas por desempleo más que en la anterior y
se situaron en 444.000 solicitudes, lo que superó también las
previsiones de los analistas.
El Brent bajó así por cuarto día consecutivo, en una semana que
comenzó marcada por la decisión de las autoridades monetarias chinas
de aumentar las reservas de los bancos y por la difusión de un
informe por parte del Gobierno de Pekín que indica que las
importaciones de crudo a ese país alcanzaron la cifra récord de
203,8 millones de toneladas métricas el año pasado.
El precio en el mercado de futuros había subido de manera
sostenida en las últimas dos semanas de negociación debido a las
bajas temperaturas en Estados Unidos, Europa y Asia, lo que ha
disparado el consumo de combustible. EFE