Santiago de Chile, 10 ago (EFE).- Empresarios chilenos pidieron
hoy la aplicación de un arancel del 31,5 por ciento para las
importaciones de productos lácteos de Argentina y Uruguay, países a
los que acusan de ejercer una "competencia desleal" al otorgar
subsidios a ese sector.
La Federación Nacional de Productores de Leche (Fedeleche) y la
Sociedad Nacional de Agricultura exigen la aplicación de
salvaguardas para las importaciones de leche en polvo entera, leche
en polvo descremada y queso gouda desde Argentina y Uruguay.
Las relaciones comerciales con ambos países se regulan en el
marco del Mercosur, del que Chile es país asociado.
Chile impone un arancel del 0,2% a los productos importados desde
esa unión aduanera, que también integran Paraguay y Brasil.
Los empresarios chilenos advirtieron de que en caso de no tomar
medidas para proteger la producción local, 13.000 trabajadores se
verán obligados a abandonar el sector, lo que supondría una pérdida
del 22% del empleo en ese ramo.
Los productores entregaron esa propuesta a la Comisión Nacional
de Distorsiones de Precios, un organismo técnico integrado por
representantes de instituciones públicas del sector económico, que
tiene un plazo de treinta días para valorar la propuesta.
El presidente de Fedeleche, Dieter Konow, recalcó que es
importante que la salvaguarda comience a regir antes del 1 de
septiembre, cuando se inicia la temporada de primavera-verano en el
hemisferio austral.
El problema consiste en que los productores de Argentina reciben
subsidios cercanos a 28 pesos chilenos (0,04 dólares) por litro de
leche mensual, por lo que pueden vender sus productos más baratos
que en Chile, donde no existen esas ayudas.
En octubre de 2006, Chile comenzó a aplicar durante varios meses
una tasa del 23% para gravar la entrada de leche en polvo y líquida
y queso gouda extranjeros en su territorio y así proteger su
producción nacional, afectada por una drástica caída de los precios.
EFE