Washington, 8 sep (EFE).- Latinoamérica está "en el buen camino"
para cumplir los Objetivos del Milenio (ODM) de la ONU para 2015,
pero no podrá completarlos si no supera dos asignaturas pendientes:
la revisión de su sistema fiscal y el aumento de la inversión, dijo
hoy la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.
La máxima representante de la Comisión Económica para
Latinoamérica y el Caribe (CEPAL) declaró a Efe que los dirigentes
latinoamericanos desempeñarán "un papel muy importante" en la cumbre
que la ONU celebrará del 20 al 22 de septiembre en Nueva York, para
revisar el nivel de cumplimiento de los ODM.
"Los líderes de Latinoamérica podrán decir: nosotros hemos hecho
nuestra tarea, pero necesitamos un mejor pacto global para que la
región pueda insertarse en mejores condiciones", aseguró Bárcena,
que hoy presentó en Washington un informe de la CEPAL sobre el
cumplimiento de esas metas en la región.
Según Bárcena, la región ha cumplido "el 86 por ciento" de las
metas planteadas por Naciones Unidas en 2001, lo que la sitúa en una
buena posición para pedir a los países emergentes "que redefinan los
patrones de comercio con la región" y eliminen "el esquema de que
Latinoamérica sólo necesita ayuda humanitaria".
En esa misión, la máxima dirigente de la CEPAL señaló como baza
principal a los presidentes de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, de
México, Felipe Calderón, y de Argentina, Cristina Fernández de
Kirchner, cuyos países están integrados en el G-20.
"Ellos son los más indicados para exigir un fin a las
disparidades en cooperación internacional o las asimetrías del
sistema financiero", indicó Bárcenas.
Pero para la región, que ha logrado disminuir su índice de
pobreza extrema desde el 22,5% registrado en 1990 al 13,7% de 2009 y
tiene, por tanto, logros concretos que poner sobre la mesa, el
trabajo pendiente para 2015 no sólo depende de los actores externos.
"Al final, todo pasa por preguntarse cómo financiamos el
desarrollo. Y es hora de aceptar que el gran desafío en nuestra
región es que nuestros países no tributan bien", explicó Bárcena.
El promedio de la tasa tributaria en Latinoamérica es del 18 por
ciento, y sus extremos son "el 35 por ciento de Brasil y el 10 por
ciento de Guatemala", el primero aquejado por una "deficiente
estructura impositiva, basada en impuestos indirectos", y el segundo
por un problema "integral".
"Si un país tiene una recaudación del 10 por ciento, es imposible
pedirle un gasto social del 16 por ciento", apuntó la secretaria
general, para quien la receta óptima es "eliminar la evasión" y
"disminuir las exenciones".
En el caso de los países de renta más baja, señaló la necesidad
de avanzar en la búsqueda de "mecanismos innovadores de
financiación", como los que persigue la misión de Francia ante la
ONU, y que busca "que los ganadores de la globalización financien a
los perdedores".
Además, afirmó que la región presenta una "preocupante tendencia
a la 'reprimarización'", es decir, el regreso a las estructuras
basadas en las materias primas, que "dañan su competitividad en el
mercado de comercio internacional".
Ante este reto, Bárcena opinó que los 'royalties', impuestos a la
extracción de recursos naturales no renovables, pueden ser una
solución "para devolver a las próximas generaciones la riqueza que
se está escapando".
Para Bárcena, una de las grandes claves es reorientar la
inversión "del mero gasto corriente a las áreas que fomentarán la
productividad futura", como la ciencia, la tecnología, la
investigación o la mecanización agrícola. EFE