Bruselas, 22 oct (EFE).- La Comisión Europea (CE) descartó hoy que la Unión Europea (UE) entre en una situación de cierre administrativo prolongado o "shut-down" al estilo estadounidense, pero instó a los Estados miembros y al Parlamento Europeo a cerrar un acuerdo que asigne fondos adicionales al presupuesto de 2013.
"Seamos claros: Esto no es un 'shut-down' de la UE, no es comparable al sistema estadounidense de ninguna de las maneras, la UE seguirá funcionando de manera apropiada en las próximas semanas y trabajará para apoyar el crecimiento y el empleo a través de su presupuesto", afirmó el portavoz comunitario Olivier Bailly.
"Al mismo tiempo, como el tratado europeo no permite a la Comisión incurrir en déficit en nuestro presupuesto, necesitamos un acuerdo rápido entre el Parlamento Europeo y los Estados miembros en la enmienda al presupuesto de 2013", añadió Bailly durante la rueda de prensa diaria de la CE.
La Comisión Europea está a la espera de que los Veintiocho y la Eurocámara desbloqueen finalmente las negociaciones presupuestarias para recibir 3.900 millones de euros adicionales al presupuesto comunitario de 2013 que le permita hacer frente a las obligaciones financieras de la UE pasadas y presentes.
Sin embargo, los Estados miembros han supeditado la concesión de esta cantidad a que los eurodiputados den luz verde al marco presupuestario plurianual de la Unión Europea para 2014-2020.
Éste iba a ser sometido a voto en la sesión plenaria que se celebra esta semana en Estrasburgo (Francia), pero los eurodiputados decidieron finalmente aplazarlo al menos hasta noviembre ante las desavenencias que mantienen con los países en torno a los últimos flecos del acuerdo.
El presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, habló el lunes por teléfono con el del Parlamento Europeo, Martin Schulz, para "informarle sobre la situación del presupuesto y el riesgo al que nos enfrentamos en términos de pagos", dijo Bailly.
"La situación está clara para nosotros, creemos que esta situación requiere decisiones políticas de los Estados miembros y el Parlamento Europeo", afirmó el portavoz de la CE.
Bailly recordó que la CE advirtió el pasado marzo de que no disponía de fondos suficientes en el presupuesto de 2013 para pagar todas las facturas, por lo que solicitó a los Estados miembros que aportaran al menos 11.200 millones de euros a las arcas comunitarias.
Los Veintiocho dieron su visto bueno en julio a una primera partida de 7.300 millones, pero supeditaron la aprobación de los 3.900 millones restantes a que el Parlamento diera su visto bueno al marco presupuestario de la UE para 2014-2020, sobre las que los países llegaron a un acuerdo político de mínimos antes del verano.
Bailly señaló que existe un riesgo de que "en el curso de noviembre" la CE tenga que empezar a priorizar el pago de facturas, por lo que recalcó la "necesidad de tener un acuerdo rápido".
"Nadie debería sorprenderse de que según nos acercamos al final del año, el riesgo que identificamos (de no poder pagar las facturas) se esté convirtiendo en una realidad", indicó el portavoz.
Aseguró que a la espera de un acuerdo, "la CE hará todo lo que pueda para limitar el riesgo de retrasos en los pagos".
"Ahora se discute para encontrar la mejor solución posible para evitar que en las próximas semanas la CE tenga que retrasar algunas facturas para pagar las más importantes", añadió.
El PE no quiere dar luz verde a las cuentas 2014-2020 antes de que se alcance un acuerdo final sobre el presupuesto enmendado de este 2013, que debe incluir según los eurodiputados 3.900 millones de euros para pagos pendientes.
Alemania ha pedido que de esos 3.900 millones salga una partida de 400 dedicada a ayudas regionales para las víctimas de las inundaciones en centroeuropa, un punto que no acepta la mayoría del hemiciclo, pues otros pagos no podrían ejecutarse. EFE