Montevideo, 31 ago (EFE).- El Gobierno de Uruguay consideró hoy
que la Corte Internacional de Justicia de La Haya "desestimará" la
demanda planteada por Argentina contra Uruguay por la puesta en
marcha de una papelera del grupo finlandés Botnia sobre el río que
separa ambos países.
En declaraciones tras un Consejo de Ministros que confirmó la
remodelación del Gobierno anunciada por el presidente Tabaré Vázquez
hace semanas, el nuevo titular de Defensa, Gonzalo Fernández, dijo
que el citado organismo internacional dará una "palmadita" en la
espalda tanto a Argentina como a Uruguay por el contencioso en torno
a la planta de celulosa de Botnia.
No obstante, y aunque reconoció que ese organismo "suele emitir
fallos muy políticos", Fernández dejó clara la confianza del
Gobierno uruguayo en que no prosperará la intención argentina de
poner fin al funcionamiento de la planta de Botnia por presunta
contaminación ambiental del río Uruguay que separa ambos países y en
cuya ribera se levanta la papelera.
"Estimamos que se va a desestimar la demanda", aseguró Fernández,
quien, en la remodelación del Ejecutivo confirmada hoy, dejó de ser
titular de Asuntos Exteriores para ocuparse de la cartera de
Defensa.
El funcionario explicó que, "en lo que hace a la demanda
principal a la pretensión procesal de impedir antes la construcción
y ahora el funcionamiento de la planta procesadora de pasta de
celulosa, va a ser un fallo contundente" el que emita la Corte de La
Haya.
Este organismo tiene previsto manifestarse sobre este contencioso
en el entrante mes de septiembre.
Argentina demandó a Uruguay ante ese tribunal internacional al
considerar que su vecino violó la normativa bilateral existente
sobre el río que sirve de frontera y vía de comunicación a los dos
Estados, al comenzar a construir la papelera hace cuatro años.
El Gobierno de Buenos Aires también se hizo eco de las quejas de
grupos ambientalistas argentinos que denuncian el daño ecológico
que, según ellos, podía causar esa fábrica de pasta de papel.
Estas asociaciones, acompañadas de movimientos vecinales de las
zonas fronterizas argentinas con Uruguay, comenzaron hace tres años
a cortar los puentes que enlazan los dos países.
Uno de esos puentes, el que conecta la ciudad argentina de
Gualeguaychú con la uruguaya Fray Bentos, donde está localizada la
planta de Botnia, permanece bloqueado desde entonces por piquetes de
ambientalistas y de lugareños.
A pesar de las protestas y de la denuncia oficial argentina, la
planta procesadora de celulosa empezó a funcionar a fines de 2007,
sin que las mediciones de contaminación realizadas en la zona hayan
aportados datos fehacientes que apunten a que se esté produciendo la
contaminación alegada por sus críticos. EFE