Antonio Sánchez Solís
Viena, 25 sep (EFE).- Datos contradictorios sobre la marcha de la
economía y el optimismo del presidente estadounidense, Barack Obama,
sobre el fin de la crisis marcaron una semana de altibajos en el
precio del crudo que finalmente acabó con apreciaciones tanto en el
Brent de referencia en Europa como en el Texas estadounidense.
Así, el Texas cerró la semana de cotizaciones en la Bolsa
Mercantil de Nueva York con un precio de 76,49 dólares por barril,
un 3,8% más que hace siete días.
En el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, el
petróleo del mar del Norte, Brent, se encareció un 0,8% respecto al
viernes anterior y cotizó a 78,87 dólares/barril.
La semana comenzó con los mercados pendientes de la reunión que
la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) prevista para el martes y
de la posibilidad de que de ella salieran nuevas medidas para atajar
la desaceleración en el crecimiento de la primera economía mundial.
Así, tanto el crudo Brent europeo como el Texas estadounidense
evolucionaron al alza el lunes gracias al ambiente de optimismo en
las Bolsas y la depreciación del dólar frente al euro, lo que
siempre anima la compra de materias primas que, como el petróleo, se
negocian en la divisa estadounidense.
Esa confianza de los mercados revirtió el martes tras decidir la
Fed mantener sin cambios los tipos de interés. Además, el banco
central estadounidense expresó su preocupación sobre una posible
deflación en el país, añadiendo así más temores sobre la
recuperación economía del planeta y del consumo de crudo.
Tanto el Brent como el Texas reaccionaron con pérdidas del 1,13 y
del 1,79% respectivamente, una tendencia que continuó el miércoles
por la llegada de malas noticias sobre el aumento de las reservas de
petróleo en Estados Unidos.
Ese día, el Departamento de Energía de EEUU informó de que la
semana pasada los inventarios crecieron en un millón de barriles y
quedaron en 358,3 millones de barriles.
Ese dato significa que las reservas de crudo son superiores a la
media para esta época del año y son un 6,8% mayores que las de hace
un año, algo que indica que el consumo de esta materia prima no
acaba de recuperarse en la mayor economía del planeta.
Los dos últimos días de la semana, varios indicadores económicos
contradictorios marcaron el precio del crudo que, pese a la
incertidumbre sobre el rumbo económico, evolucionó al alza.
Por un lado, el jueves se supo que la cifra semanal de
solicitudes de subsidio por desempleo en Estados Unidos aumentó en
12.000 y se ubicó en 465.000 la semana pasada. Pese a ese nuevo
revés, el petróleo se encareció empujado por la mejora en la venta
de viviendas en EEUU en agosto y, sobre todo, por el mensaje
tranquilizador de Barack Obama.
"Hemos reformado nuestro sistema financiero global, empezando por
Wall Street, para que una crisis como ésta no se vuelva a repetir",
declaró", afirmó el mandatario estadounidense ante la Asamblea de
Naciones Unidas.
El inquilino de la Casa Blanca llegó a asegurar que la economía
mundial se ha apartado "del borde del precipicio".
Al finalizar la semana, datos sobre el aumento de la adquisición
de bienes de capital, como herramientas o maquinaria, enviaron una
nueva señal positiva al mercado sobre la mejora de la actividad
empresarial. EFE