Nueva York, 5 feb (EFE).- El premio Nobel de Economía Paul
Krugman aseguró hoy que los problemas macroeconómicos de España no
son una cuestión de "irresponsabilidad fiscal", sino un ejemplo de
las complicaciones que conlleva la unión monetaria europea, sin que
ésta vaya acompañada de una integración fiscal y laboral.
"Es importante darse cuenta de que la crisis en el mayor de los
países PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España) no tiene
nada que ver con la irresponsabilidad fiscal", asegura Krugman en un
artículo titulado "La tragedia española" publicado hoy en su blog
del New York Times.
En ese sentido, recuerda que antes de la crisis, España tenía un
superávit presupuestario y su deuda era baja en relación a su
Producto Interior Bruto (PIB).
En su opinión, el caso de España es "un perfecto ejemplo de los
problemas de una unión monetaria sin integración del mercado fiscal
y laboral".
"En primer lugar, hubo un auge enorme en España, en gran medida
derivado de una burbuja inmobiliaria y financiado por las salidas de
capital de Alemania", lo que elevó con fuerza la renta española,
apunta el economista.
El estallido de la burbuja, según Krugman, "dejó demasiado caro
el coste laboral en relación con Alemania y Francia y precipitó un
aumento del desempleo".
"También dio lugar a un gran déficit en el presupuesto español,
principalmente a causa de la caída de los ingresos, pero también
debido a los esfuerzos para limitar el aumento del desempleo",
explica el economista, quien observa que, si España tuviera ahora su
propia moneda, éste sería un "buen momento" para devaluarla.
Por otra parte, hace una comparación con la situación que se vive
en Florida (Estados Unidos), que también está sufriendo con fuerza
los efectos del estallido de la burbuja inmobiliaria y dice que si
España fuera ese estado "sus problemas no serían tan graves".
"El déficit presupuestario -explica- no sería tan grande, porque
los fondos de la seguridad social procederían de Bruselas", como los
de Florida se financian desde Washington, "y habría una válvula de
escape para el desempleo, porque muchos trabajadores podrían migrar
a otras regiones más prósperas".
Por ello, concluye que "esta cuestión no tiene nada que ver con
un Gobierno derrochador, sino que lo que le está pasando a España
responde a los problemas inherentes al euro". EFE