París, 6 abr (EFE).- La ministra francesa de Ecología, Nathalie Kosciusko-Morizet, anunció la prohibición experimental desde julio de 2012 y en ocho grandes ciudades del país, incluido París, de los vehículos más contaminantes según sus emisiones de partículas.
"Cada ciudad decidirá sola la zona de prohibición y la categoría de vehículos que quiere excluir", explicó en una entrevista publicada hoy en 'Le Parisien' Kosciusko-Morizet, que puntualizó que en principio no se podrán proscribir todos de golpe pero sí que habrá una acción progresiva.
La identificación de los vehículos se hará con una "pastilla" pegada en el parabrisas que indicará la categoría en función de su nivel de contaminación, aunque también podrán ser distinguidos por su fecha de matriculación.
Para verificar que no circulan por las nuevas Zonas de Acciones Prioritarias para el Aire (ZAPA), se podrían utilizar dispositivos de control automático con vídeo en las ocho ciudades escogidas: París, Lyon, Niza Burdeos, Grenoble, Clermont-Ferrand, Aix-en-Provence y Saint-Denis.
Según 'Le Parisien', el departamento de Ecología tiene en su visor sobre todo los vehículos más antiguos que no cumplen las normas de emisión de partículas más recientes.
En concreto, la interdicción podría afectar a los camiones y autobuses matriculados antes del 1 de octubre de 2001 (unos 300.000 en Francia, el 48% del total), las motos anteriores al 1 de julio de 2004 (1,6 millones, el 40%), así como los coches particulares y las furgonetas en circulación antes del 1 de octubre de 1998 (ocho millones, un 26% del total para los primeros).
Los infractores serán sancionados con multas de hasta 68 euros, aunque los ayuntamientos podrán conferir derogaciones para algunos vehículos catalogados como prioritarios.
La ministra dijo que el objetivo de la creación de las ZAPA "es ante todo sanitario porque la contaminación con partículas finas es responsable de 42.000 muertes en Francia cada año y reduce en ocho meses nuestra esperanza de vida".
Recordó que en Berlín la instauración de un área de emisiones limitadas ha permitido reducir en un 25% las partículas en suspensión. EFE