Bruselas, 27 jul (EFE).- La Unión Europea ha aprobado hoy
formalmente las nuevas reglas para las agencias de calificación de
riesgos y otras medidas destinadas a reforzar la vigilancia de estas
entidades, a las que se considera parcialmente responsables de la
actual crisis financiera.
Además del marco jurídico para las agencias de calificación, los
Veintisiete han adoptado las nuevas normas sobre los requisitos de
capital de los bancos, sobre pagos transfronterizos y servicios de
monedero electrónico, medidas que constituyen una parte importante
del plan impulsado por la UE el pasado otoño para hacer frente a la
crisis.
Estas iniciativas han sido aprobadas sin debate por el Consejo de
Asuntos Generales y Exteriores de la UE que se celebra hoy en
Bruselas.
Las nuevas normas refuerzan la vigilancia sobre las agencias de
calificación, que no fueron capaces de detectar el deterioro de las
condiciones del mercado que desembocó en la crisis financiera, según
afirma hoy el Consejo de la UE en un comunicado.
La principal medida del paquete es la creación de un registro de
estas agencias controlado por el Comité europeo de reguladores
bursátiles (CESR, en sus siglas en inglés), una institución que verá
aumentadas sus competencias en el ámbito de la supervisión.
Además, se aumentan las exigencias para garantizar que las
agencias cuenten con la información suficiente para emitir
calificaciones y para evitar conflictos de intereses, dado que
evalúan a las mismas entidades que pagan sus servicios.
La nueva legislación potencia también la independencia de las
agencias, que estarán obligadas a contar con varios administradores
independientes, cuya retribución no esté supeditada a los resultados
de la agencia.
Estas entidades estarán sujetas a nuevas exigencias de
transparencia y, así, tendrán que publicar un informe anual sobre
sus actividades y divulgar la identidad de sus veinte clientes más
grandes, en relación con los ingresos que les proporcionan.
Asimismo, la nueva normativa sobre pagos transfronterizos
obligará a igualar los gastos que las entidades cargan al cliente
por la domiciliación de recibos en entidades de otros países de la
UE a los que aplican en el ámbito nacional.
La medida pone estos servicios en la misma situación de otros ya
cubiertos por la normativa comunitaria, como las transferencias
bancarias, los pagos electrónicos y la retirada de efectivo en los
cajeros.
Al mismo tiempo, reduce las obligaciones de notificación para los
bancos que actualmente frenan las operaciones, según las
instituciones europeas.
Por otra parte, le nueva directiva sobre requisitos de capital de
los bancos endurece la legislación en este ámbito con vistas a
"corregir las debilidades detectadas a causa de la crisis
financiera", según la UE.
Las reglas buscan mejorar la coordinación entre la supervisión de
las autoridades nacionales, a través de la armonización total de las
normas de notificación de información a nivel europeo para 2012,
además de la creación de "colegios de supervisores", presididos por
la autoridad del país donde la entidad tiene su sede, para vigilar a
los bancos transfronterizos.
Otra de las principales novedades es que se obligará a las
entidades financieras a quedarse como mínimo el 5 por ciento de las
emisiones de productos estructurados -como las hipotecas
titulizadas- que coloquen entre los inversores.
Para reducir los riesgos asociados a la interconexión entre
entidades, se limitará la exposición a terceros al 25 por ciento de
los fondos propios, entre otras medidas.
En cuanto a los servicios de monedero electrónico, la UE ha
adoptado una normativa que promoverá el uso de estos nuevos
sistemas, actualmente poco utilizados en los Veintisiete, para
garantizar que éstos sean "a la vez innovadores y seguros", y
facilitando la competencia entre las entidades que los oferten.
Por último, se ha aprobado un programa que permitirá a la UE la
contribución a la financiación de determinados organismos, tanto
europeos como internacionales, con vistas a garantizar la eficacia
de las políticas europeas en el sector financiero, el acceso a la
información en este ámbito y el control legal de las cuentas. EFE