Washington, 3 ago (EFE).- Toyota negó hoy que los propietarios de
vehículos llamados a revisión por problemas de aceleraciones
involuntarias hayan sufrido perjuicio económico, poco después de la
presentación de una demanda contra la empresa en un tribunal
californiano.
En la demanda colectiva presentada ante un juez del distrito de
Orange se alega que Toyota sabía desde el año 2003 que algunos de
sus vehículos sufrían problemas con los aceleradores.
También hoy Toyota negó las informaciones aparecidas en algunos
medios según las cuales dejará de fabricar el todoterreno Sequoia.
"Sequoia sigue siendo un vehículo rentable y de alta calidad de
Toyota y a la actual generación todavía le quedan varios años de
vida", dijo la empresa a través de un comunicado.
Los abogados de la demanda presentada contra Toyota por
centenares de propietarios a raíz de las llamadas a revisión de
millones de vehículos dijeron ayer que en el 2003 el fabricante supo
de al menos seis casos de aceleraciones involuntarias.
Por su parte, Toyota afirmó a través de un comunicado que
"rechaza las afirmaciones de que los demandantes sufrieron
perjuicios económicos por las recientes llamadas a revisión".
Según los demandantes, entre los miles de documentos entregados
por Toyota a las autoridades estadounidenses como parte de la
investigación sobre las aceleraciones involuntarias hay varios que
se refieren a casos comprobados por los técnicos de la empresa.
En un caso, un técnico de Toyota solicitó la toma inmediata de
acciones para remediar lo que consideró un problema "extremadamente
peligroso", según dijo la publicación Consumer Affairs.
Toyota ha dicho que parte de los casos de aceleraciones
involuntarias son producto del enganche del pedal del acelerador con
alfombrillas situadas en el lado del conductor. La compañía también
ha señalado que el diseño del acelerador de algunos de sus modelos
provocaba que el pedal se quedase atascado.
Pero algunos técnicos y abogados han señalado que el problema de
las aceleraciones intencionadas reside en componentes electrónicos
de los vehículos.
En su comunicado, Toyota asegura que "hasta el momento los
demandantes no han citado una causa específica que apoyaría su
reclamación de un defecto en el Sistema de Control Electrónico de
Aceleración de Toyota y no se ha presentado ninguna teoría
científica o prueba creíbles para apoyarlo". EFE