César Muñoz Acebes
Estambul (Turquía), 2 oct (EFE).- EEUU saldrá de la crisis
económica lentamente, lo que frenará el repunte en América Latina,
en particular en los países que dependen del turismo y las remesas
del Norte, afirmó hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El crecimiento de la región en su conjunto será un reflejo de la
media mundial, pero la cifra general oculta importantes diferencias
por países, puntualizó David Robinson, subdirector del departamento
de América del Fondo.
América del Sur y México se expandirán un 3 por ciento el próximo
año de media, pero atrás se quedará América Latina, con una tasa del
1,8 por ciento y el Caribe, con un 1,6 por ciento, de acuerdo con el
organismo.
Los países centroamericanos y caribeños se resentirán de la
reciente subida del precio de las materias primas y también pagarán
caro por sus vínculos con Estados Unidos, donde el desempleo
superará el 10 por ciento el próximo año pese a que la recesión ya
ha concluido.
En septiembre se destruyeron 263.000 puestos de trabajo en el
país, casi 100.000 más que los previstos por los analistas, informó
hoy el gobierno.
Además, la crisis ha sido un shock para los consumidores
estadounidenses, que han respondido elevando su tasa de ahorro de
cero durante el boom del crédito y al 4 por ciento actual.
"Los consumidores han vivido por encima de sus posibilidades. Era
una situación insostenible", dijo hoy Tim Adams, ex director de
asuntos internacionales del departamento del Tesoro de Estados
Unidos, en un seminario en Estambul, previo a la Asamblea Anual del
FMI y el Banco Mundial.
Estos factores echarán un jarro de agua fría sobre las esperanzas
de una recuperación del turismo estadounidense y de las remesas en
los países caribeños y centroamericanos, según el Fondo.
En cambio, los países exportadores de materias primas del Cono
Sur salen embalados del bache económico gracias a la reciente subida
de sus productos, como el petróleo y los metales, que se han
recuperado parcialmente de su fuerte caída a finales del año pasado.
El FMI prevé que el petróleo cotice a 60 dólares por barril este
año de media y a algo más de 75 dólares el próximo.
El organismo no ha dado previsiones del valor de los principales
metales, pero como en el caso del petróleo cree que se apreciarán
gradualmente a medida que la economía mundial se recupere y que no
habrá fuertes aumentos de su valor a corto plazo.
En todo caso, América Latina no volverá en los próximos cuatro
años a las tasas de crecimiento de más del 5 por ciento en media que
tuvo de 2004 a 2008, según el FMI.
"No prevemos que el crecimiento regrese al nivel de antes de la
crisis", advirtió Robinson. Para este año su pronóstico es una
contracción del 2,5 por ciento para la región y para el 2010 una
expansión económica del 2,9 por ciento.
Mucho dependerá de la trayectoria de China, que está reemplazando
a Estados Unidos como el principal socio de muchos países de
Sudamérica.
"Gracias a China, una parte de América Latina se recuperó en el
segundo trimestre del 2009 con Asia, en lugar del tercer trimestre
junto con Estados Unidos y Europa", opinó en el seminario Ilan
Goldfajn, economista jefe del banco brasileño Itaú Unibanco.
Ese repunte se ha traducido en una entrada de dinero extranjero
en busca de mayor rentabilidad de la que se obtiene en los países
desarrollados.
"Nos preocupa el exceso y no la falta de capital", porque la
mayor inversión hace apreciarse el real, dijo a la prensa el
ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega.
Además del efecto sobre la divisa, el FMI ha alertado de que
cuando suban los intereses en los países desarrollados, esas
inversiones podrían interrumpirse.
La elevación del precio del dinero es algo seguro, dada la
escalada de los déficit en las naciones ricas, de acuerdo con
Goldfajn.
La subida de los intereses podría ocasionar el efecto contrario
del que Brasil y otros países latinoamericanos tienen, pues parte
del dinero extranjero se quedaría en los países desarrollados en
lugar de ir a América Latina, según los expertos. EFE
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