Washington, 25 sep (EFE).- El G-20 respaldó hoy la importancia de
adoptar una "fórmula dinámica" en el Banco Mundial que refleje el
cambiante peso político de los países y que se traduzca en un
incremento del "al menos" 3% del poder de voto de los emergentes.
Ese incremento debería favorecer a aquellos países que están
infrarrepresentados dada su contribución a la economía mundial.
El Grupo de los Veinte señaló en el comunicado final, tras su
cumbre de dos días en Pittsburgh (Pensilvania), que los países que
tienen un poder de voto excesivo en relación con su peso actual en
la economía mundial cederán parte de su poder.
El grupo insistió además en la necesidad de "proteger" el poder
de voto de los países más pobres.
Además, los jefes de Estado y Gobierno del G-20 pidieron al Banco
Mundial que desempeñe un "papel clave" en la respuesta a aquellos
problemas cuya naturaleza requiere una acción coordinada, como el
cambio climático y la seguridad alimenticia.
Para finalizar el organismo insistió en la necesidad de que tanto
el Banco Mundial como los bancos regionales de desarrollo tengan
"suficientes recursos" para hacer frente a los actuales desafíos
globales y poder llevar a cabo sus mandatos.
El G-20 también respaldó que los países ricos transfieran "por lo
menos" un 5 por ciento de su voto en el FMI a las naciones en
desarrollo.
La cesión del 5 por ciento, una propuesta de EE.UU. que es
inferior al 7 por ciento que pedían Brasil, China, Rusia e India, es
un logro para los países emergentes y una pérdida para algunas
naciones de Europa, que tendrán que renunciar a una parte de su
capacidad de voto en el FMI.
El G20 está integrado por la Unión Europea, el G7 (EE.UU.,
Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia) y Corea del
Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México,
Arabia Saudí, Suráfrica, Turquía y Rusia. EFE