Nueva York, 27 jul (EFE).- General Electric (GE) acordó pagar 23
millones de dólares para poner fin a una demanda de la Comisión del
Mercado de Valores (SEC) relacionada con el pago de sobornos a Irak
en el marco del programa "Petróleo por Alimentos" de la ONU, anunció
hoy la compañía.
Como parte del acuerdo, el conglomerado estadounidense aceptó
pagar una multa de 1 millón de dólares, además de devolver los
beneficios con intereses, que suman 22 millones de dólares,
obtenidos en las 18 transacciones investigadas por las autoridades
estadounidenses.
Según la demanda de la SEC, dos empresas europeas que
posteriormente fueron adquiridas por GE, además de otras dos
subsidiarias del conglomerado, pagaron entre 2000 y 2003 cerca de
3,6 millones de dólares en sobornos a responsables del Gobierno
iraquí.
A cambio, estas compañías vendieron material informático,
productos médicos y prestaron diversos tipos de servicios
profesionales a los ministerios de Salud y de Petróleo del régimen
de Sadam Husein, dentro del marco del programa humanitario de la
ONU.
GE resaltó en su comunicado que sus dos subsidiarias en Europa
involucradas en este caso se negaron a pagar los sobornos en
metálico que se les exigían para hacer negocios con Bagdad, pero
aceptaron en su lugar regalar ordenadores y otro tipo de materiales.
En el caso de las otras dos compañías multadas, que fueron
adquiridas por GE en 2004 y 2005, el conglomerado señaló que acepta
su responsabilidad legal, pero subrayó que no era la propietaria de
las mismas cuando se pagaron los sobornos.
Asimismo, indicó que las autoridades estadounidenses aceptaron
poner fin al caso a cambio del pago de las multas acordadas.
La SEC ha presentado hasta la fecha 15 demandas contra empresas
estadounidenses involucradas en el pago de sobornos al Gobierno
iraquí y ha recuperado cerca de 204 millones de dólares, según la
entidad reguladora.
El programa "Petróleo por Alimentos" fue creado en 1996 para
aliviar el sufrimiento de la población iraquí a causa de las
sanciones impuestas por la ONU tras la invasión militar de Irak a
Kuwait en 1990.
Sin embargo, tras el derrocamiento de Sadam Husein, una
investigación encabezada por el ex presidente de la Reserva Federal
de EE.UU, Paul Volcker, halló una inmensa trama de corrupción dentro
del programa.
En su informe final publicado en 2005, Volcker aseguró que unas
2.200 compañías de 40 países diferentes arreglaron contratos
secretos con el Gobierno iraquí para desviar unos 1.800 millones de
dólares del programa humanitario. EFE