Washington, 24 jul (EFE).- El secretario del Tesoro de Estados
Unidos, Timothy Geithner, abogó hoy por una reestructuración del
sistema regulador del sector financiero que incluya una nueva
agencia, pero el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke,
argumentó que ésa puede ser función de su agencia.
Los altos cargos comparecieron hoy ante el Comité de Servicios
Financieros de la Cámara de Representantes, que estudia los
mecanismos para consolidar y fortalecer la supervisión gubernamental
de los mercados financieros, repartida ahora entre distintas
agencias con responsabilidades redundantes.
Geithner dejó claro que tras el casi colapso del sistema
financiero del año pasado el Gobierno del presidente Barack Obama
tiene un mandato de los votantes para que haya "cambios rápidos en
un sistema regulador anticuado e ineficaz".
Sin embargo, la lucha entre las distintas agencias que
actualmente tienen responsabilidades en esta materia por mantener su
territorio dejó en claro que la tarea no será fácil para los
legisladores.
"No podemos darnos el lujo de dejar que persistan las
vulnerabilidades que sembrarán la semilla de crisis futuras", dijo
Geithner, quien promovió enérgicamente la idea del Gobierno de Obama
de fusionar la Contraloría de la Moneda y la Oficina de Supervisión
de Bancos de Ahorro en una nueva "Oficina Nacional Supervisora de
Bancos".
Lo mismo dijeron los representantes de algunas de las agencias
reguladoras como la Corporación Federal de Seguro de Depósitos y la
Contraloría de la Moneda, y aún la Reserva Federal.
Bernanke defendió el papel de la Reserva y señaló que la
ampliación de su vertiente supervisora "sería una extensión natural"
del papel del banco central para encarar las amenazas a la
estabilidad del sistema financiero.
En lugar de transferir parte de las atribuciones de la Reserva a
la nueva agencia propuesta, dijo Bernanke, "debería darse (al banco
central) un enfoque que tome en cuenta la seguridad y solidez del
sistema financiero, como un todo, como asimismo la de las
instituciones individuales".
La directora de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos,
Sheila Bair, ofreció un ángulo diferente pero también se alejó de la
propuesta de la Administración de Obama.
Al mismo tiempo los portavoces de las agencias defendieron sus
propias atribuciones.
"No vemos razón para que el Gobierno incurra en el costo de
cambiar el nombre que durante 146 años ha tenido la Contraloría de
la Moneda", dijo el director de esa agencia, John Dugan.
El director interino de la Oficina de Supervisión de Bancos de
Ahorro, John Bowman, recordó, por su parte, que su agencia "no tiene
a su cargo la supervisión de los bancos más grandes que fueron los
que quebraron".
La disputa principal entre el Gobierno de Obama y las agencias
reguladoras es acerca de la creación de una Agencia de Protección
Financiera del Consumidor que tendría atribuciones para reglamentar
los instrumentos financieros de los usuarios, específicamente las
tarjetas de crédito.
Bair dijo que la agencia propuesta debería tener autoridad
solamente para escribir las reglas sobre productos financieros de
consumo, pero que el examen y aplicación de esas reglas debería
quedar en manos de las agencias que regulan los bancos. EFE