(actualiza la información con referencia SA2038 con declaraciones en rueda de prensa de Olivier Blanchard, economista jefe del FMI)
Teresa Bouza
Washington, 8 abr (EFE).- La economía global ha ganado fuerza y crecerá un 3,6 % en 2014 y un 3,9 % en 2015, aunque el riesgo en los países emergentes y la baja inflación en los desarrollados amenazan la bonanza, dijo hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo deja prácticamente sin cambios sus proyecciones para la economía mundial en su informe semestral Perspectivas Económicas Globales, con una revisión a la baja de sólo una décima para este año y el próximo.
"La actividad global se ha fortalecido ampliamente y se prevé que mejore todavía más en 2014-2015, con gran parte del empuje procedente de las economías avanzadas", destaca el nuevo estudio.
Pese a esa ligera revisión a la baja, el crecimiento anticipado para los dos próximos años representa una notable mejora frente al 3,2 % y al 3 % registrados, respectivamente, en 2012 y 2013.
Las economías avanzadas en general, y EEUU en particular, contribuirán en gran medida al repunte, con un crecimiento por encima del 2 % en 2014 y 2015, que representa una mejora de un punto porcentual frente al registro de 2013.
A favor de las economías avanzadas juegan el menor ajuste en el gasto, con la única excepción de Japón, y políticas monetarias que todavía respaldan el crecimiento.
El informe hace hincapié, con todo, en que "la recuperación global todavía es frágil pese a las mejores perspectivas" y advierte de "riesgos significativos".
Destaca, en ese sentido, que los riesgos relacionados con los países emergentes han aumentado.
El organismo recuerda, en línea con lo señalado recientemente en su informe "Estabilidad Financiera Global", que "una normalización inesperadamente rápida de la política monetaria estadounidense o episodios renovados de aversión al riesgo podrían conducir a mayores turbulencias financieras" en los países emergentes.
Eso, a su vez, obligaría "a ajustes difíciles en algunas economías emergentes, con riesgo de contagio y un amplio estrés financiero que conllevaría menor crecimiento".
"El posible giro en los flujos de capital hace que exista preocupación sobre los riesgos relacionados con las notables necesidades de financiación externa y una devaluación caótica de las monedas", apunta el informe.
El FMI prevé que las economías emergentes crezcan a un ritmo del 4,9 % este año y del 5,3 % el próximo.
En las economías avanzadas, mientras tanto, están en primer plano "los riesgos asociados con tasas muy bajas de inflación, sobre todo en la zona euro".
"Uno de los motivos de preocupación en la zona euro es la deflación (...) y si se materializa el ajuste en el conjunto de la zona euro y especialmente en los países de la periferia sería muy difícil", dijo hoy en rueda de prensa el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard.
Blanchard instó a la zona euro a hacer "todo lo posible por evitar" la deflación.
La deflación provocaría "mayores tipos de interés reales, un incremento en la carga de deuda pública y privada, y menor demanda y producción".
Para minimizar los riesgos, el FMI recomienda a las economías avanzadas evitar "retiradas prematuras" de sus políticas monetarias acomodaticias.
En el caso concreto de la zona euro, considera necesaria una mayor relajación monetaria para respaldar la actividad económica y ayudar a que el Banco Central Europeo (BCE) alcance su objetivo de estabilidad de precios, lo que reducirá el riesgo de una inflación todavía menor o incluso deflación.
Igualmente "crítica" en la zona euro será la mejoría de los balances bancarios y la recapitalización de los bancos más débiles, requisitos imprescindibles para que el crédito reviva.
En los mercados emergentes las recetas serán distintas dependiendo de la situación del país, aunque el FMI aconseja que, en líneas generales, se permita que los tipos de cambio respondan a los fundamentos económicos.
Cuando las reservas internacionales lo permitan, el FMI sugiere que se usen las intervenciones en los tipos de cambio para reducir la volatilidad e impedir alteraciones financieras.
En las economías en las que la inflación todavía sea alta podrían ser necesarios mayores ajustes monetarios, advierte.
En el capítulo fiscal, el FMI considera preciso que los emergentes reduzcan sus déficits presupuestarios.
El informe menciona que en el caso específico de China, que se espera crezca a un ritmo del 7,5 % en 2014 y el 7,3 % en 2015, es preciso reequilibrar el crecimiento para que dependa menos de las inversiones y más del consumo.
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