Buenos Aires, 8 ene (EFE).- El Gobierno argentino sufrió hoy un
revés judicial a manos de fuerzas políticas de la oposición, que
lograron que una jueza suspenda un decreto presidencial que disponía
el uso reservas monetarias para pagar deudas soberanas.
La jueza de Buenos Aires María José Sarmiento suspendió el
decreto que la presidenta argentina, Cristina Fernández, firmó a
mediados de diciembre para pagar deudas de 2010 con reservas del
Banco Central, cuyo titular, Martín Redrado, fue destituido este
jueves por su negativa a cumplir el mandato del Ejecutivo.
En un fallo emitido en pleno receso judicial, la magistrada de lo
contencioso administrativo consideró que debe ser el Parlamento el
que decida sobre el uso de fondos de la entidad monetaria, a tono
con el reclamo de las principales fuerzas de oposición, que
presentaron el amparo judicial a fines de diciembre y lo reforzaron
la semana pasada.
"Vamos a apelar el fallo", anunció el ministro del Interior,
Florencio Randazzo, en referencia al dictamen firmado por la jueza
que suspende el decreto "de necesidad y urgencia" que crea el "Fondo
del Bicentenario" con reservas monetarias por 6.569 millones de
dólares para pagar deudas soberanas.
Tras negarse a habilitar el uso de reservas del Banco Central,
Redrado ratificó hoy que no está dispuesto a renunciar como le pidió
el miércoles el Gobierno de Fernández, quien al día siguiente lo
cesó por medio de un decreto firmado además por todos los ministros.
Los abogados de Redrado presentaron hoy un recurso contra su
destitución después de que el funcionario ratificara su negativa a
echar mano a las reservas (48.100 millones de dólares) y por
considerar que su destitución solo puede ser decidida por el
Parlamento por más que haya sido designado a propuesta del
Ejecutivo.
El Legislativo estará en receso hasta el 1 de marzo, a menos que
la mandataria llame a sesiones extraordinarias, cosa que no ha
hecho, por lo que la oposición busca la forma de convocar una sesión
para los próximos días sin la intervención del Ejecutivo.
El vicepresidente argentino y titular del Senado, Julio Cobos,
enfrentado al Gobierno desde 2008, dijo hoy que se reunirá la semana
próxima con los presidentes de cada bloque, mientras analiza con sus
asesores la posibilidad de convocar a una sesión de la cámara alta.
La presidenta argentina consideró hoy que es "extraña" la actitud
de Cobos y le pidió que "aprenda cuál es el rol del vicepresidente".
"Es extraño ver a alguien que te acompañó en la fórmula que es el
candidato (a presidente) de la oposición para el próximo turno y
además que participa en cuanta discusión en contra hay del
Gobierno", señaló Fernández durante un acto público.
A tono, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, defendió el uso de
reservas para el pago de deudas y opinó que "no se puede
judicializar" la discusión por los decretos "de necesidad y
urgencia", como los que desataron el conflicto.
Por su parte, dirigentes de las principales fuerzas opositoras
también celebraron varios encuentros para tratar en los próximos
días de dar marcha atrás con los decretos del Ejecutivo.
El diputado Federico Pinedo, jefe del grupo de legisladores de la
conservadora Propuesta Republicana, explicó que se apunta a lograr
que la semana próxima se reúna la comisión parlamentaria encargada
de controlar los decretos presidenciales, que está dividida entre
ocho legisladores oficialistas y otros tantos opositores y cuyos
dictámenes deben ser debatidos en el Parlamento.
Un comunicado de la Unión Cívica Radical (UCR), segunda fuerza
parlamentaria, sostuvo que el Gobierno de Fernández "se muestra sin
límites a la hora de abusar del mando; violar leyes y avasallar las
instituciones de la República en la búsqueda de fondos".
La oposición ganó más fuerza en ambas cámaras legislativas luego
de que el ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), esposo y
antecesor en el cargo de Fernández, perdiera las elecciones
parlamentarias de junio pasado al frente de la lista de candidatos a
diputados por la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito
electoral del país.
La oposición afirma que el Gobierno quiere echar mano a las
reservas monetarias para solventar un aumento del gasto público con
vistas al "año electoral" de 2011, cuando vence el mandato
presidencial de Fernández. EFE