Santander, 11 jul (EFE).- El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha opinado hoy que la reforma de las pensiones que esta semana entra en su última fase "no es más importante" que las de 1985 y mediados de los noventa, aunque la actual llega en un momento "especialmente difícil" para la economía española.
Así lo ha señalado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde ha inaugurado un curso sobre la reforma de las pensiones en España.
Según Gómez, la actual reforma es "significativa" pero no más importante que sus predecesoras, de las que se diferencia fundamentalmente en que, por primera vez, se introduce la obligación de rediseñar el modelo periódicamente para garantizar su sostenibilidad.
Ese "factor de sostenibilidad" que recoge la ley obliga a revisar el modelo cada cinco años, tras el periodo transitorio que finaliza en 2027, para adecuarlo a la esperanza de vida en cada momento, aunque en la norma no se dice cómo, ha explicado.
Según las proyecciones que maneja el Ministerio, dentro de 40 años habrá el doble de pensionistas que ahora: 15,3 millones de personas cuyas pensiones supondrán un 16 por ciento del PIB, frente a los 8,5 millones actuales.
Gómez ha insistido en que ese aumento del gasto es algo que "no debe discutirse" y ha defendido la fiabilidad de estas proyecciones.
Además de ser "crucial" por "sus implicaciones en un momento especialmente difícil para la economía española y europea", se trata, ha destacado, de una reforma pactada, al contrario de la que salió adelante en la década de los noventa pese a que sus principales contenidos sean hoy "compartidos por los interlocutores sociales y el conjunto de la sociedad", ha apuntado.
Valeriano Gómez ha hecho hincapié en que el estado de bienestar sigue siendo "la mejor y más equitativa solución institucional" para hacer frente a los riesgos sociales, pero se enfrenta a grandes desafíos, comenzando por el envejecimiento de la población.
"La reforma de las pensiones se inspira en las recomendaciones del Pacto de Toledo, acordado con los interlocutores sociales, y es la respuesta más adecuada para esos desafíos", ha subrayado.
Con ella, ha añadido, se persigue mantener "niveles de justicia adecuados", tanto desde el punto de vista intergeneracional como intrageneracional.
El ministro ha recordado, durante su conferencia, el origen de los sistemas públicos de pensiones y ha concluido que, 125 años después de que Bismarck pusiera en marcha el primero en Alemania para acallar a "los monstruos socialdemocrátas", no existe una sola fuerza política o ideología que, más allá de reclamar reformas, "esté demandando su desaparición".
Sostener el actual modelo y hacer frente a sus necesidades de futuro han sido, según el ministro, los objetivos de quienes han promovido la actual reforma de las pensiones en el ámbito político y social.
Para Valeriano Gómez, no se logrará ese objetivo "de una vez para siempre" porque las reformas tendrán que ser periódicas pero se conseguirá que España tenga, dentro de 40 años, sistemas de protección que "hagan frente a riegos que hace un siglo era impensable que pudieran haberse generalizado en la forma en que lo han hecho". EFE
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