Nueva York, 5 ago (EFE).- Google negó hoy que negociara un
acuerdo con Verizon para que esta operadora telefónica dé prioridad
a los contenidos del buscador en las redes de telecomunicaciones, lo
que pondría fin al principio de neutralidad que rige el desarrollo
de la Internet.
El buscador más utilizado del mundo aseguró que la información
publicada hoy por el diario The New York Times acerca del supuesto
acuerdo "está equivocada".
"No hemos sostenido conversación alguna con Verizon acerca de
pagarles para que transmitan nuestro tráfico", afirmó en su página
de Twitter el departamento de prensa de Google, que reiteró el
compromiso de la compañía con "una Internet abierta".
Verizon también negó en un comunicado la veracidad de la
información del periódico, que aseguró: "esencialmente ha
malinterpretado nuestro propósito".
"Nuestro objetivo es una política marco en Internet que garantice
la apertura y la rendición de cuentas", agregó la telefónica
estadounidense.
Por su parte, The New York Times reafirmó la veracidad de su
información, que aseguró que está basada en fuentes que conocen el
contenido de las conversaciones entre las dos empresas.
"Las declaraciones de Google sobre el artículo del The New York
Times refutan algo que la información no decía", indicó la portavoz
del rotativo, Diane McNulty, en declaraciones a The Wall Street
Journal.
En su edición de hoy, The New York Times afirmaba que el buscador
y la operadora telefónica están cerca de sellar un acuerdo que
permitiría darle prioridad a los contenidos de algunos proveedores
si estos están dispuestos a pagar por ello.
Fuentes citadas por el rotativo aseguran que el acuerdo podría
cerrarse la semana que viene, y entre otras cosas comprometería a
Google a no cuestionar cómo Verizon administra la capacidad de su
red.
De ser cierta la información, supondría el primer golpe contra el
principio de la neutralidad de la red, que hasta ahora ha evitado
que las operadoras discriminen en el contenido que se transmite por
sus redes.
Algunas empresas telefónicas consideran que el enorme volumen de
ciertas aplicaciones congestiona sus redes, lo que obliga a
establecer controles que eviten disminuir el acceso a la red de
otros usuarios.
Por ello, han apuntado a la posibilidad de cobrar a grandes
compañías proveedoras de contenidos como Google por el uso de sus
redes.
Esta posibilidad hasta ahora ha sido rechazada por esas empresas
y grupos defensores de los consumidores, que ven este tipo de
controles como una interferencia y temen que encarezcan el acceso a
Internet.
La Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. (FCC) estudia
desde hace años este problema, sin que hasta la fecha haya
conseguido un acuerdo que satisfaga a operadoras y proveedores. EFE