Caracas, 21 ene (EFE).- La Cámara Venezolana Automotriz
(Cavenez), que agrupa a las ensambladoras que operan en el país,
supeditó hoy el impacto de la fuerte devaluación en el precio de los
autos nuevos al tipo de cambio que se aplique al sector y la
"oportuna entrega" de las divisas por parte del Estado.
El presidente Ejecutivo de la Cavenez, Enrique González,
manifestó en entrevista con Efe que la entrada en vigor el pasado 11
de enero del nuevo esquema cambiario con dos tasas controladas, de
2,6 y 4,3 bolívares por dólar, puede abrir el camino para que "se
rescaten los niveles de producción" nacional de vehículos tras dos
años de caída.
La tasa de 2,6 se aplica a enseres básicos como alimentos y
medicinas, entre otros, mientras que la tasa de 4,3 cubre lo
considerado no esencial como los vehículos importados, neumáticos,
etc, y cada una representa una devaluación de 20,9 y 100 por ciento
respecto al cambio único anterior de 2,15 bolívares por divisa.
El "impacto" de la devaluación monetaria en los precios de los
vehículos "va a depender del reconocimiento" de la tasa de 2,6
bolívares por dólar para la cadena de producción de autos, dijo
González a Efe.
Una "gran porción" de las partes importadas está integrada en la
lista de productos a los que se aplicará la tasa preferencial de
2,6, pero otros insumos de la cadena productiva utilizarán la tasa
de 4,3 bolívares, afirmó el presidente Ejecutivo de Cavenez.
"Habría que precisar un promedio ponderado sobre la compleja
estructura de costos" de producción nacional para precisar el
impacto inflacionario en los precios de los vehículos nuevos, afirmó
González.
Resaltó que el Gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez,
decretó el nuevo sistema dual de cambio como parte de la política
nacional para impulsar la producción nacional en todos los sectores,
incluido el de vehículos.
En ese sentido, González reconoció que con la política cambiaria
se abre la posibilidad de que la industria "rescate el nivel de
producción" que ostentaba antes de las caídas consecutivas de los
últimos años.
La industria automotriz tiene una "capacidad de producción de
250.000 unidades" anuales, y puede hacer el esfuerzo de ensamblar
los "200.000" autos que el Ejecutivo ha planteado como meta anual,
afirmó el presidente Ejecutivo de la Cavenez.
Ello dependerá, añadió, de la "entrega oportuna y constante" de
los dólares por parte de la estatal Comisión de Administración de
Divisas (Cadivi), y de variables como la demanda comercial.
Según la Cavenez, en 2009 se produjeron en Venezuela un total de
111.554 autos, un 17,39 por ciento menos que el año anterior.
La caída de la producción de vehículos ha sido atribuida por las
ensambladoras al retraso en la asignación de los dólares requeridos
para la importación de las autopartes por parte de Cadivi.
La caída de producción el año pasado, aunado a algunos problemas
laborales, acentuó la escasez de vehículos nuevos en el mercado e
impulsó los precios de las unidades disponibles e incluso de los
autos usados.
Chávez se queja con frecuencia del alto costo de los vehículos
nuevos y usados y atribuye la situación a la "especulación
capitalista" de quienes manejan el sector.
En diciembre pasado, el mandatario adjudicó medio centenar de
automóviles nuevos argentinos vendidos por el Estado a "precios
justos", como parte del plan oficial de importar y vender
directamente vehículos para combatir la supuesta "usura" de los
concesionarios privados.
El ministro de Comercio, Eduardo Samán, dijo el pasado 12 de
enero que el Gobierno "fácilmente tiene la capacidad" de importar y
de "comercializar 60.000 carros" importados, en un plazo que no
precisó.
"Estamos haciendo acuerdos con los rusos, los chinos y los
argentinos para traer carros. Traeremos los carros con la tasa 2,60
(...) estos vehículos estarán muy por debajo de los precios del
mercado especulativo", afirmó Samán. EFE