Quito, 15 ene (EFE).- Varios grupos ecologistas de Ecuador se
concentraron hoy en un parque del norte de Quito en defensa de la
iniciativa ambiental Yasuní-ITT, que prevé dejar sin explotar una
importante reserva petrolera para evitar contaminación y que se
tambaleó esta semana tras la dimisión del consejo administrativo.
Ese consejo, nombrado por el presidente, Rafael Correa, negociaba
una aportación económica internacional al país, que reclama al menos
la mitad de los ingresos que obtendría por la explotación del crudo.
Sin embargo, a juicio de Correa, la negociación que se llevaba a
cabo con los países contribuyentes ha sido "vergonzosa", crítica que
llevó a la dimisión a los integrantes del Consejo así como del
canciller, Fander Falconí, gran impulsor de la iniciativa dentro del
Gobierno.
Para apoyar que las gestiones y la iniciativa sigan adelante se
concentraron hoy en Quito activistas ecológicos, entre ellos Yolanda
Kakabadse, miembro del Consejo Administrativo de la iniciativa.
Según Kakabadse, el Gobierno ha manejado "mala información" a la
hora de criticar la gestión del proyecto, de la que se desprende una
"intención de desconfigurar el proceso" negociador, lo que ha
llevado al presidente a "hacer unas declaraciones que atentan a la
integridad de la propuesta y de los integrantes de la comisión".
"No sé las interioridades o los elementos que se dieron para que
el desenlace sea esta acusación a la comisión y al proceso", apuntó
la ecologista.
A su juicio, la iniciativa Yasuní-ITT "era la idea y la
iniciativa más importante para colocar a Ecuador en el mundo" con un
proyecto que "impactaría en todo el planeta".
"Esta es una estocada muy seria que nos lleva a pensar que es
difícil volver a surgir la iniciativa y que se vuelva a conseguir la
credibilidad del país", aseveró.
No obstante, se mostró esperanzada en que el Gobierno siga
adelante con la iniciativa porque "es demasiado importante para que
se la pierda y tenemos que hacer todo lo que sea en nuestro país
para que tenga éxito".
Por su parte, el presidente de la Confederación de Nacionalidades
Indígenas de Ecuador (Conaie), Marlon Santi, que también se acercó a
la concentración, afirmó que el proyecto del Yasuní suponía comenzar
"a cambiar el modelo de desarrollo", y "explicar al mundo lo que
significa la biodiversidad".
Aseguró que los movimientos indígenas van a "hacer un esfuerzo
para que se rescate la iniciativa, para concienciar a los
funcionarios de que Yasuní tiene que existir".
"La noticia ha sido muy grave, muy grande, pero aún mantenemos la
esperanza" de que se desarrolle el proyecto, "esperemos unir
esfuerzos, aglutinar nuestras fuerzas para que la reserva de crudo
se mantenga en el subsuelo", concluyó.
El proyecto ITT prevé evitar la producción de 410 millones de
toneladas de dióxido de carbono (CO2) por la no explotación del
petróleo y por lo cual Ecuador pide a la comunidad internacional una
compensación económica de unos 3.500 millones de dólares. EFE
ic/ei/acb