Caracas, 18 ago (EFE).- Los trabajadores de la estatal venezolana
Ferrominera del Orinoco afirmaron hoy que seguirán con la huelga,
que cumplió ocho días, hasta que sus reclamos del pago de deudas
salariales y de suministro de insumos para la operatividad de la
empresa sean atendidas.
"Ya han pasado ocho días y no se han manejado ningún tipo de
procesamiento de mineral de hierro y no ha bajado ningún tren de lo
que es el proceso productivo de Ferrominera Orinoco", declaró el
líder sindical Rubén González a medios locales.
González, secretario general de sindicato Sintraferrominera,
aseveró que los 6.400 trabajadores de la Ferrominera mantendrán
paralizadas sus actividades hasta tanto sean atendidas sus
exigencias.
"Una mesa de discusión puede darle salida al conflicto. Yo
siempre le he hecho un llamado en este caso al ministro (de
Industrias Básicas y Minería) Rodolfo Sanz para buscar
alternativas", dijo el líder sindical a la cadena Unión Radio de
Caracas.
Denunció como una actitud "inconcebible" de la empresa estatal
que tilde de "ilegal" la huelga obrera y con ello pretenda
"intimidar a los trabajadores", cuando es el patrono el que ha
incurrido en "un proceso ilegal de incumplimiento" de contrato.
Al inicio de la huelga indefinida, portavoces sindicales
afirmaron que las deudas salariales que reclaman incluyen el pago de
un "retroactivo desde el 5 de enero al 31 de mayo" pasados, así como
otros beneficios monetarios establecidos en el contrato colectivo.
La paralización se dio después de que el presidente venezolano,
Hugo Chávez, visitó la semana pasada las instalaciones de la empresa
y anunció inversiones de unos 313 millones de dólares este año para
reflotar las empresas básicas adscritas a la Corporación Venezolana
de Guayana (CVG), entre ellas Ferrominera.
Chávez también anunció "la creación de la Corporación del Hierro
y del Acero, y de la Corporación Socialista del Aluminio", ambas
adscritas al Ministerio de Industrias Básicas y Minería, como parte
de los planes oficiales de recuperar la productividad de las
empresas básicas de la sureña región de Guayana.
El pasado 16 de julio Sanz pidió "paciencia" a los trabajadores
de las empresas básicas del aluminio, que entonces reclamaban con
una huelga que se extendió al menos por tres días el pago de
beneficios salariales, y anunció la cancelación de esas deudas a
partir del 31 de julio próximo.
El ministro recordó en esa oportunidad, que el Gobierno
estructura un plan de inversiones para rescatar a las empresas
básicas, que afrontan graves problemas financieros debido al
"déficit crónico" de caja que arrastran. EFE