Juan Palop
Yakarta, 9 abr (EFE).- Con los mayores recursos geotérmicos del
mundo y un ambicioso plan de desarrollo, Indonesia quiere atraer una
avalancha de inversiones para explotar el potencial de esta energía
renovable, que promete electricidad barata y menos emisiones de CO2.
El Ministerio de Energía y Recursos Minerales busca iniciativa
privada que aporte hasta 12.000 millones de dólares (8.980 millones
de euros) en los próximos cinco años para empezar a aprovechar los
28.100 megavatios que calcula que esconde el subsuelo indonesio.
Esta cantidad, de la que en la actualidad sólo se explota 1.200
megavatios, el 4,3 por ciento, supone entre el 35 y el 40 por ciento
de los recursos geotérmicos mundiales y equivale a más de 12.000
millones de barriles de petróleo o unos 22 años del consumo
energético de Indonesia o España.
Situada en el "Anillo de Fuego" del Pacífico, una zona de gran
actividad sísmica y volcánica, Indonesia resulta idónea para la
explotación de la energía geotérmica, que aprovecha el calor interno
de la tierra.
"Únicamente hay que comparar este potencial con el de nuestras
reservas de petróleo, de 6.400 millones de barriles", señaló
recientemente Suchyar, jefe de la Agencia Geológica del Ministerio
de Energía y Recursos Minerales.
Con los inversores en el punto de mira, Indonesia ultima estos
días los preparativos de la cuarta edición del congreso de la
Asociación Internacional Geotérmica, que reunirá a más de 2.500
participantes de 80 países en Bali entre el 25 y el 30 de abril.
En esta cita, el Gobierno de Yakarta pretende vender su
estrategia de acción para el próximo quinquenio, un período en el
que espera situarse como primer productor de energía geotérmica del
mundo, por delante de Estados Unidos.
Según su plan, para 2014 Indonesia debería, con la ayuda de los
inversores privados, explotar entre 4.000 y 5.000 MW de energía
geotérmica, lo que supondría dejar de emitir 82 millones de
toneladas de CO2 de la combustión de carbón y petróleo.
Sin embargo, algunos expertos han puesto en duda la capacidad del
país para obtener tal volumen de inversiones y cumplir un calendario
de actuaciones tan intenso.
A más largo plazo, el objetivo de Indonesia es alcanzar los 9.500
megavatios en el 2025, dentro de un amplio programa nacional para el
desarrollo de las energías renovables, que para entonces deberían
satisfacer el 17,5 por ciento de las necesidades domésticas.
Esta apuesta, liderada por el presidente indonesio, Susilo
Bambang Yudhoyono, pretende por un lado terminar con el déficit
eléctrico crónico del país y, por otro, introducir tecnologías poco
contaminantes que limiten la importante contribución nacional al
calentamiento global.
"Indonesia está en una encrucijada. Con su impresionante tasa de
crecimiento -y un aumento dramático del consumo de energía- y su
ambición por reducir sus emisiones de CO2, debe encontrar una forma
de minimizar su dependencia del carbón", asegura el responsable de
Clima y Energía del Fondo Mundial para la Natureleza en el país,
Fitrian Ardiansyah.
Lograr estos objetivos, añade el activista, es imposible si no
hay un apoyo desde las instituciones y grandes inversiones en
energías renovables, entre las que subraya las posibilidades de la
geotérmica.
Gigantes del sector energético mundial como Chevron, General
Electric, Tata y Origin ya están explorando las oportunidades
geotérmicas de Indonesia, e instituciones multilaterales como el
Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Mundial han iniciado
procesos de financiación para su desarrollo. EFE