Bruselas, 26 nov (EFE).- Representantes de las industrias de
biotecnología y del sector fitosanitario han vuelto a mostrar hoy,
durante un debate, sus discrepancias con las organizaciones
ecologistas sobre el papel que pueden tener los transgénicos en el
futuro para asegurar el abastecimiento mundial de alimentos.
Los expertos han analizado los retos de los distintos tipos de
agricultura para asegurar la producción alimentaria en el futuro y
solucionar el problema del hambre, que afecta a unos 1.000 millones
de personas en el Planeta, en una jornada organizada por la patronal
europea de fitosanitarios, la ECPA (siglas en inglés).
El secretario general de Europabio (asociación que agrupa a las
industrias europeas de biotecnología), Willy De Greef ha insistido
en que con el "bloqueo" de la UE sobre los organismos genéticamente
modificados (OGM) los agricultores europeos pierden la oportunidad
de acceder a una tecnología con éxito en otros países.
De Greef ha aludido a ejemplos de esa aceptación, como Suráfrica
y ha insistido en el papel de los transgénicos para paliar el hambre
y la escasez de cosechas.
Por el contrario, la organización europea Bird Life y el director
de la asociación británica para los suelos (que agrupa a productores
ecológicos), Peter Melchett, han cuestionado las ventajas de los
OGM.
Melchett ha señalado que el consumo de transgénicos continúa
porque permanece "oculto".
En el debate ha surgido también el problema de abastecimiento de
piensos de la UE, que tiene que importarlos de Brasil, donde sí está
aceptada dicha tecnología para la producción de soja, según
Europabio.
Melchett ha remarcado que, por el contrario, cada vez hay más
asociaciones en países de Latinoamérica, como Brasil, y en EEUU que
reclaman un freno a los OGM.
Por su parte, el presidente de la ECPA, Jacques du Puy, ha
abogado por recurrir a razones científicas, a la hora de hablar de
las distintas agriculturas y por compatibilidad todos los tipos de
producciones.
El director de la publicación europea EurActiv, Frederic Simon,
ha remarcado que el rechazo a los OGM es algo más que ciencia en la
UE, es una cuestión política, pues en países como Francia "ni
siquiera hay debate, hasta el presidente Nicolas Sarkozy está en
contra". EFE