Bruselas, 12 ago (EFE).- El grupo financiero holandés ING volvió
a los beneficios en el segundo trimestre de 2009, cuando ganó 71
millones de euros, una cifra muy inferior, no obstante, a los 1.920
millones obtenidos en el mismo periodo del año anterior.
Según la información facilitada por la entidad, la división
bancaria registró una pérdida antes de impuestos de 204 millones de
euros, en tanto que el negocio asegurador reportó una ganancia de
278 millones.
ING explicó que los resultados del segundo trimestre se vieron
afectados por la devaluación de 584 millones de euros de su cartera
inmobiliaria y que destinó 852 millones a provisiones para hacer
frente a créditos fallidos.
ING Direct, la división de banca con la que el grupo opera en
España, tuvo una pérdida antes de impuestos de 175 millones de
euros, frente al beneficio de 179 millones logrado entre abril y
junio de 2008.
La entidad destacó los buenos resultados del programa de
reducción de costes operativos y vaticinó que en el conjunto del
ejercicio el ahorro alcanzará 1.300 millones de euros, por encima
del objetivo de 1.000 millones.
La situación de la entidad continúa siendo sólida y, así, el
ratio de capital Tier1 (el de máxima calidad) del grupo se situó en
el 7,3 por ciento.
ING anunció, por otra parte, que no habrá retribución para los
accionistas sobre los resultados de 2009.
En un comunicado, el consejero delegado del grupo, Jan Hommen,
explicó que la debilidad económica y la persistencia de tensiones en
los mercados financieros continuaron afectando a los resultados de
ING en el segundo trimestre y auguró que la situación seguirá siendo
difícil durante algún tiempo.
Dejó claro que, en este contexto, la prioridad del grupo es la
reducción de los costes y la concentración en las actividades
esenciales -lo que implica desinversiones- para, entre otras cosas,
devolver al Estado holandés la ayuda de 10.000 millones de euros que
recibió para superar la crisis financiera.
El proceso de reestructuración es una exigencia de la Comisión
Europea para dar su visto bueno al apoyo estatal -además de la
inyección de 10.000 millones, ya autorizada, La Haya ofreció al
banco una garantía de alrededor de 30.000 millones de euros para sus
activos problemáticos, todavía en estudio por Bruselas-.
Hommen también detalló que la plantilla de la entidad se ha
reducido en más de 8.000 personas, por encima de los 7.000
anunciados a principios del ejercicio. EFE